El patrimonio material adopta en este caso la forma de relicario musical, el órgano histórico, situado en la tribuna del coro norte de la iglesia de Nuestra Señora de los Olmos en Torre de Juan Abad, declarada Bien de Interés Cultural en agosto de 2023. Este reconocimiento hace referencia al conjunto histórico-artístico integrado por el retablo mayor obra de Francisco Cano en 1598, las pinturas murales del presbiterio, los dos retablos barrocos de Cristóbal García Hidalgo bajo la advocación de San Jerónimo penitente y San Juan Bautista, así como el órgano barroco que nos acompañará en las siguientes líneas.

El Siglo de Oro dejó en el Campo de Montiel un legado capaz de sobrevivir a las vicisitudes de las guerras. Su excelente estado de conservación y el hecho de albergar en su caja todo el material sonoro original, lo convierten en un caso único en la provincia.

Bajo la administración de la Orden de Santiago, en sus Parroquias era habitual acompañar los oficios religiosos con las armonías del órgano para solemnizar el culto. 

El misticismo de Santa Teresa de Jesús, en su camino desde Malagón hacia la fundación de Beas de Segura, tuvo parada en Torre de Juan Abad, donde recibió en 1572 la ceniza bendita. Señorío de Francisco de Quevedo, el maestro del conceptismo habría escuchado el deteriorado órgano que antecedió al que aquí ensalzamos. Don Francisco se habría dejado embriagar por este instrumento, hasta el punto de escribir en sus “Migajas Sentenciosas” sobre su capacidad expresiva: “El órgano, una junta de afligidos tocada de la mano poderosa y de sus agravios. Los dos fuelles: el uno el que abaja, el del dolor; el otro, el que sube, el de la confianza en Dios”.

La caja es todo un exponente del arte mueble Barroco. La madera dorada y policromada en tonos rosáceos, azules y verdes imita, como los retablos, las texturas del mármol. Las guirnaldas y rocallas revelan una excelente habilidad en la talla, al servicio de la exaltación litúrgica. No en vano, la factura del órgano fue proyectada al término del dorado del retablo del altar mayor de la iglesia. Todo un órgano catedralicio.

El maestro organero que lo forjó fue D. Gaspar de la Redonda Zeballos. Así consta en un protocolo notarial datado en 24 de abril de 1763, conservado en el Archivo Municipal de Torre de Juan Abad por ser en el Ayuntamiento donde se reunieron con el organero el cura y concejo de la villa. En la escritura pública de obligación intervinieron, junto al artífice, el escribano público Francisco Joseph Romero, y el cura párroco, Francisco Romero Verdejo, entre otros vecinos.  El precio de su ejecución ascendió a 7000 reales más el pequeño órgano realejo anterior.  La caja se debe al tallista local Cristóbal García Hidalgo, con un coste de 3000 reales. 

El padre de D. Gaspar de la Redonda era natural de Valladolid, aunque fijó su taller y residencia tras su matrimonio en la villa conquense de Campillo de Altobuey, donde nacerá y morirá nuestro organero. Siguiendo la tradición del sistema gremial, la habilidad en la factura de órganos era transmitida de generación en generación. El padre de nuestro maestro había transmitido a sus hijos el arte de tierras vallisoletanas y éstos sucesivamente hicieron lo propio con una tercera generación que llegará a ponerse al servicio de la catedral de Jaén. Gaspar fue, sin duda, el máximo representante de esta saga de organeros de Cuenca, uno de los tres focos que, junto a Toledo y Madrid, estaban especializados en la fabricación de este versátil instrumento. Durante los siglos XVII y XVIII varios maestros organeros trabajaban en diversos pueblos de esta provincia, como Buendía, Sisante, Villanueva de la Jara y, como no, Campillo de Altobuey. 

Es curioso que uno de los órganos de mayores dimensiones de la provincia de Albacete fuera obra del mismo maestro organero que concibió el de Torre de Juan Abad. Está datado en 1773, diez años después de haber aparejado el de la villa ciudadrealeña que nos ocupa. En tierras albaceteñas también recibió el encargo de trazar y sentar el órgano de Lezuza y el del santuario del Cristo de la Vida en la villa de Ves, curiosamente en 1764, un año después que el de Nuestra Señora de los Olmos.

En la provincia de Ciudad Real Gaspar de la Redonda nos sorprende con otra insigne obra de 1773, el órgano monumental de Madre de Dios de Almagro, mientras su hermano Lucas se encargaba de la factura del órgano mayor de la iglesia de las Comendadoras de Calatrava. El párroco de Madre de Dios había solicitado la sustitución de un desvencijado órgano renacentista por otro barroco al Consejo de Órdenes Militares en 1761. Por los datos de este contrato conocemos que Gaspar de la Redonda realizaba las piezas en su taller de Campillo, para luego trasladarlas al lugar del encargo donde era sentado. Este retablo almagreño pereció en el incendio de la iglesia durante la Guerra Civil. El maestro Gaspar también fue el artífice de los órganos de Bolaños de Calatrava y La Solana, en 1777 y 1778 respectivamente. El nombre del organero de Torre de Juan Abad tiene presencia documental en otros contratos para la realización de nuevos órganos barrocos en las décadas de 1760 y 1770 en varios lugares de la región. En todos ellos se destaca su “conocida habilidad”.

A continuación, os mostramos las claves que nos guían en la identificación de un órgano ibérico histórico:

•  Su historia comienza, de forma progresiva, a lo largo del siglo XVI. Su apogeo acontece en el siglo XVIII. Su ocaso sobreviene a comienzos del siglo XIX.
•  Para ser histórico, el órgano ha de preservar todos los elementos característicos de la época en la que se realizó. La lenguetería o trompetería horizontal no aparecerá hasta finales del siglo XVII.
•  Debe contar con un teclado pequeño de 45 notas. La mayoría de las veces consta de "octava corta" y debe tener los registros partidos entre bajos y agudos.
•  El sonido característico de esta clase de instrumentos es, en palabras de Santiago Kastner, musicólogo especialista del órgano ibérico: " la nitidez y transparencia del sonido, que propende a los tintes de cálido brillo, tirando un poquitín a lo fosco nasal".
• En la mayoría de los casos tiene una caja de ecos, que contiene tubos y se abre y cierra para crear una sensación de eco.
• Su ubicación lateral, en torno al coro de los canónigos, también contribuye a su percepción sonora.
• Está contenido centro de una caja clásica, barroca o neoclásica, propia de la época en la que se afirmó la personalidad de los señeros órganos ibéricos.

Tomando como referencia el órgano histórico de Torre de Juan Abad, podemos apreciar su carácter original tanto en el mecanismo de su fuelle exterior en cuña, como en los componentes de su estructura interior. El teclado manual conserva las cuarenta y cinco teclas originales de hueso y nogal, así como sus once juegos, con dos rodilleras para activar el juego de la trompetería horizontal o de batalla.  El secreto de pino con un número de canales equivalente al teclado, los tambores, los portavientos, las contras de tambor y otros tubos de madera y metal lo hacen merecedor de una excepcionalidad, que se revaloriza al haberse preservado forrados con documentos de gran trascendencia histórica.

Destacan las partituras del primer cuarto del siglo XVIII, algunas muy curiosas, como las escritas con trazos a la inglesa sobre hexagrama para el instrumento de arco conocido en inglés como bass viol o viola da gamba en italiano, únicas conocidas en España hasta ahora. La autoría de John Jenkins, compositor y violinista al servicio del futuro Carlos I de Inglaterra, las convierten en un testimonio de inigualable valor para la historia de la música.

En el corazón del fuelle aparecieron unas cartas de un clérigo y un ejercicio caligráfico del hijo del maestro organero a partir de un pasaje del Cantar de Roldán, de gran difusión en las coplas populares de La Mancha en el siglo XVIII. Un magnífico legado para el patrimonio inmaterial. 

Pero será una primera edición de la obra pedagógica escrita por el maestro sevillano Francisco Correa de Arauxo la que dotará de singularidad al revestimiento de los tubos de la caja. Nos referimos a “Facultad Orgánica”, que vio la luz en Alcalá en 1626. Esta obra nos remonta al primer tercio del siglo XVII. Es un ejemplar único de uno de los organistas más célebres de ese periodo. Sus Tientos viajaron en diversos órganos de Sevilla a Burgos y nos siguen encandilando, de la mano de notables intérpretes como Francis Chapelet, figura emblemática de la restauración del órgano ibérico.

La restauración de este instrumento único la llevó a cabo el organero Alain Faye. En el año 2000 fue desmontado y trasladado a su taller artesano de Cap de la Barade,  en las Landas francesas, para en el 2001 ser de nuevo montado en su ubicación original. Este Facteur de´Orgues francés valora la excepcionalidad del instrumento por un doble motivo. Por un lado, su papel cultural y religioso como voz de la Iglesia y por otro, su indudable función social, al suscitar no sólo la curiosidad, sino las emociones internas que nos reúnen en torno a su sonoridad. 

El Ciclo Internacional de Conciertos cuenta cada año con prestigiosos organistas de extenso reconocimiento, como los profesores belgas Joris Verdin y Jan Vermeire o los franceses Francis Chapelet, Uriel Valadeau y Joan Paradell, este último organista de la liturgia de San Pedro del Vaticano en Roma .También acuden intérpretes y profesores del ámbito nacional, como los titulares de la Catedral de Segovia, el Conservatorio Profesional Arturo Soria y el Superior de Música de Madrid y Valencia, así como de la Basílica de Jesús de Medinaceli. Se promociona a músicos, provinciales y regionales, en conciertos colectivos y audiciones. Las piezas de Antonio de Cabezón, Juan Cabanilles o Juan Sebastián Bach se alternan con el Canto Gregoriano o los conciertos de órgano y saxofón a la luz de las velas en la ermita de Nuestra Señora de la Vega.

El órgano histórico de la iglesia parroquial de Torre de Juan Abad había sido concebido con una envergadura musical, que desde su origen en el siglo XVIII trascendió por su maestría los ámbitos local y provincial. En la actualidad sigue siendo un icono del Campo de Montiel, asociado al maestro Gaspar de la Redonda y Zeballos y su taller de Campillo en Cuenca. La iniciativa cultural del Ciclo Internacional se ha convertido en un símbolo de la puesta en valor del patrimonio al servicio de la sociedad, otorgándole una proyección nacional e internacional a este bien patrimonial a través de sus conciertos.

Autor: Urbano Patón Villarreal, cura párroco de la iglesia de Nuestra Señora de los Olmos en Torre de Juan Abad.
 

Agradecimientos: Francis Chapelet  y Uriel Valadeau. 

Bibliografía

• CÓRCOBA HERRERO, V. “Grabaciones y conciertos en el órgano de torre de Juan Abad”, en Revista de Estudios del Campo de Montiel, pp. 269-278.
• MASSÓ FENOUIL A.: Textos en el libreto del CD “En el tiempo de Quevedo”, grabado en el órgano de Torre de Juan Abad por el Programa de Recuperación de la música latinoamericana, de Repsol-YPF, dirigido por los musicólogos Alejando Massó y Enrique Máximo.
• MUNERA MARTÍNEZ, J.A.: “Los órganos históricos de Lezuza, obras de Francisco Gómez el Viejo (1581) y Gaspar de la Redonda Ceballos (1773)”, en Al-Basit Revista de Estudios Albacetenses, núm. 61, 2016, pp. 123-139.
• MUNERA MARTÍNEZ, J.A.: “Nuevas aportaciones sobre los órganos históricos de la parroquial de Lezuza “, en Al-Basit Revista de Estudios Albacetenses, núm. 64, 2019, pp. 89-136.
• PATÓN VILLARREAL, U.: “El Órgano Histórico de Torre de Juan Abad”, en Matamoros Ventoso, L. (Coord.): Por tierras del Campo de Montiel. Primer paseo literario, ed. Villavento SL. 2006.

Archivos

• ARCHIVO MUNICIPAL DE TORRE DE JUAN ABAD: Libro de Actas y Decretos del Ayuntamiento, “Escritura de Obligación del maestro organista Gaspar de la Redonda Zeballos con la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Olmos para la construcción de un órgano”, año 1763.

Enlaces de interés

• Biografía de Gaspar de la Redonda
• Los Cevallos: Una familia de organeros campillanos
• Lucas Gaspar y Juan Antonio de la Redonda y Ceballos, una saga de maestros organeros del siglo XVIII naturales de Campillo de Altobuey (Cuenca)