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Documento del mes de febrero de 2021. Archivo Histórico Provincial de Guadalajara

Título para ejercer la Medicina, expedido por el Real Tribunal del Protomedicato, a favor de Marcos Alonso de la Fuente, vecino de Atienza. Madrid, 3 de abril de 1615.

Los Protocolos Notariales, como es bien sabido, son una magnífica y abundantísima fuente de información histórica, “la fuente más interesante y verídica de la historia social y económica, de la vida familiar y colectiva, de la biografía, de los oficios y profesionales y del arte en general”, como ya afirmaba Gómez del Campillo en 1933.

Ese “enorme caudal de noticias que ofrecen las escrituras notariales” (MOLINA-CORTÉS, 1984)  viene además acompañado, en muchas ocasiones y sobre todo en los siglos XVI y XVII, por la aparición de otros documentos, generalmente en pergamino, que se utilizaron como tapas para la encuadernación de los protocolos y -que a modo de reciclaje- sirvieron para proteger las escrituras en papel que constituían cada registro anual de las cuestiones y negocios entre partes a las que otorgaban su fe pública los escribanos y notarios.

Es sobre todo a partir de la finalización del Concilio de Trento (1563), como consecuencia del cambio que la Contrarreforma establece para la liturgia y el rito católicos, cuando los conventos, monasterios, cabildos e iglesias, se deshacen de cantorales, bulas, sagradas escrituras, corpus jurídicos, etc. –generalmente en pergamino- que son vendidas al peso y compradas y aprovechadas por los escribanos y notarios para encuadernar y enlegajar sus protocolos. Por eso no es raro, como se puede constatar en muchos Archivos, encontrar este tipo de documentos encuadernando otros en papel a modo de tapas. Ello ha permitido recuperar desde música medieval a través de los cantorales, a bulas papales, de cruzada, decretos episcopales, corpus jurídicos y normativos, etc… Sin embargo, raramente, encontramos documentos expedidos por otras instancias públicas y tan diferentes como el que nos ocupa. 

Se trata del título para ejercer la medicina, expedido por el Real Tribunal del Protomedicato, a favor de Marcos Alonso de la Fuente, vecino de Atienza. Dicho título se expidió en Madrid el 3 de abril de 1615. Sin embargo, este documento aparece como encuadernación del Registro de escrituras notariales de 1676, correspondiente al notario de Atienza Juan Manuel de Varona. Sobre cómo se reutilizó dicho título y cómo llegó a manos de dicho escribano, podemos plantear dos hipótesis. La primera es que el médico lo dejase en manos de algún notario como documento acreditativo y testimonial por alguna razón, años atrás; y otra posibilidad, es que ejerciese como médico en su localidad natal, Atienza, y quedase –el título- custodiado en su archivo municipal hasta que Juan Manuel de Varona consideró que no tenía más utilidad y decidió encuadernar su Protocolo de 1676 con el pergamino. Hay que señalar que, en esos años y hasta 1862, los escribanos ejercieron como fedatarios públicos de los ayuntamientos, de la administración de justicia y de las propias escribanías o notarías. Esto facilitaría su acceso a toda esa documentación más allá, como hemos dicho más arriba, de que compraran al peso muchos pergaminos procedentes de iglesias, monasterios y conventos, inservibles ya en la etapa postridentina.  

En cuanto al título propiamente dicho podemos destacar varios aspectos. En primer lugar, que fue expedido por el Real Tribunal del Protomedicato. Este alto tribunal creado por los Reyes Católicos en 1477 perduró hasta 1822 y fue el encargado de controlar, vigilar y autorizar el ejercicio de las profesiones sanitarias, tales como médicos, cirujanos y farmacéuticos. En los siglos XVI y XVII se extendió a las colonias americanas creándose entonces los de México, Perú y Río de la Plata. Sus funciones estaban encaminadas a proteger y ordenar lo que podríamos denominar como incipiente sistema sanitario de la Corona, un auténtico anticipo institucional de lo que sería, más adelante, el Ministerio de Sanidad, ocupándose de la salvaguarda de la salud pública.

Por ello, entre sus atribuciones se encontraban las de examinar y conceder los títulos a los aspirantes al ejercicio de la Medicina que, previamente a ese examen ante los “protomédicos y examinadores mayores” del alto tribunal, debían acreditar su grado y el haber realizado prácticas al menos durante dos años.

Así fue el caso del licenciado Marcos Alonso de la Fuente, vecino de Atienza del que, además, el propio título nos ofrece datos físicos y personales interesantísimos tales como que “…es un hombre de buena estatura, de treinta y dos años, con una señal de herida en el naçimiento de la nariz, algo a la parte derecha y que nos hizo relaçión…que era bachiller en Mediçina, graduado por la Universidad de la çiudad de Balençia <sic>…y praticó la dicha facultad los dos años que su Majestad manda por su real premática… ” extremos que acreditó con la presentación de las informaciones y títulos correspondientes. Continúa el tenor documental diciendo “…que ante los susodichos [los examinadores] quería ser examinado y aprobado para la dicha facultad…y visto su pedimento, título e informaçión le admitimos al dicho examen…” El texto prosigue aludiendo a que el aspirante respondió bien y cumplidamente a cuantas preguntas se le formularon, demostrando su habilidad y suficiencia para el ejercicio y práctica de la Medicina por todo lo cual “…y la buena quenta y raçón que en el dicho su examen de todo dió, le aprobamos y por la presente damos nuestra liçençia…al dicho liçençiado Marcos Alonso de la Fuente…para que de hoy en adelante, libremente…pueda usar y exerçer la dicha facultad de Mediçina en virtud de esta carta de aprovaçión…en todas las ciudades, villas y lugares de los reinos y señoríos de su Majestad…”

Finaliza el documento con las datas tópica y crónica (en Madrid, a 3 de abril de 1615) y los elementos de validación así como las firmas de diferentes médicos de la Real Cámara, protomédicos y examinadores como Cristóbal de San Pedro y Francisco de la Peña Castellano. Sólo nos quedaría documentar dónde ejerció su profesión de médico Marcos Alonso de la Fuente aunque, lo más probable, es que lo hiciese en la propia localidad de Atienza. 

Nota Catalográfica:

Título para ejercer la Medicina, expedido por el Real Tribunal del Protomedicato, a favor de Marcos Alonso de la Fuente, vecino de Atienza. Madrid, 3 de abril de 1615.

Signatura AHPGU, Protocolos Notariales, P-2042.
[Atienza, 1676. Notaría de Juan Manuel de Varona].
Pergamino (tapa de encuadernación del Protocolo), 425 x 305 mm (extendido).
Escritura humanística, tipo bastarda española (s. XVII).
 

BIBLIOGRAFÍA

 

  • GÓMEZ DEL CAMPILLO, Manuel. Instrucciones provisionales para la ordenada clasificación y catalogación de los Archivos Históricos de Protocolos. Madrid 1933.
  • LUCAS VEGAS, Rafael de. Proyecto de descripción e informatización de Protocolos del AHPGU: aspectos metodológicos, en Fuentes documentales y bibliográficas para la Historia de Guadalajara. Guadalajara 1997.
  • MOLINA ÁVILA, M. T. y CORTÉS ALONSO, V. Mecanización de Protocolos Notariales. Instrucciones para su descripción. ANABAD, Madrid 1984.
  • PROTOMEDICATO véase https://www.ugr.es/~dynamis/completo16/mono16.htm Acta Hispanica ad Medicinae Scientiarumque Historiam Illustranda. 
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