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Lluvias, sequías, pedriscos y hielos del pasado. Los 'Temporales'. Documento del mes de abril - Archivo Histórico de Cuenca

A lo largo de la Historia, el tiempo ha determinado considerablemente la vida del ser humano. La mayor parte de la población española, en torno al 90%, vivía en el campo y la economía dependía de lo que caía o no del cielo, expresión tantas veces usadas en la agricultura. Teniendo en cuenta esto, la disponibilidad de alimentos básicos, su escasez o abundancia, estaban directamente relacionadas con el tiempo, y, lógicamente, estas circunstancias repercutían en los precios de cereales, aceite, vino, etc. Las buenas o malas cosechas eran consecuencia directa de si a lo largo del año llovía o no, en la estación apropiada, para beneficio o pérdida de los cultivos y para disminución o aumento de los precios de hortalizas, cereales y otros alimentos.

Toda esta información tan interesante y fundamental para conocer estos aspectos de la economía y la meteorología de siglos pasados, se conserva en infinidad de documentos que, de una forma u otra, nos hablan de grandes lluvias y, como consecuencia, grandes avenidas de los ríos; pedriscos, fuertes nevadas, vientos huracanados, períodos de sequía extrema o tiempo tranquilo.

En cuanto a los datos de los precios que se hacían constar en los viejos papeles y su causa deriva de que la Administración de Hacienda debía recaudar los impuestos repercutidos en aquellos productos, sobre todo cereales. Además, hubo numerosas ocasiones en la que era imposible pagar rentas e impuestos por la escasez sobrevenida ante una mala cosecha, y Hacienda debía saber el motivo de los impagos: si no se cosechaba en el momento oportuno, no se podían pagar impuestos, y cuando había malas cosechas, lo inmediato era que se solicitase el perdón de las deudas, aplazamientos de pagos de impuestos o, directamente, la exención de éstos. En el Archivo Histórico Provincial de Cuenca conservamos testimonios en los que aparecen muchos datos de aquellas inclemencias meteorológicas.

En esta ocasión queremos dar a conocer unos documentos de gran interés para el mundo de la Meteorología. Se trata de los llamados ‘Temporales’. En ellos se ofrecen datos del tiempo meteorológico a lo largo del año, dando cuenta de los días de calor o calor extremo, lluvias excesivas o normales, nieves, hielos, pedriscos y otras circunstancias climáticas que afectaban directamente al producto de las cosechas, sobre todo, de cereal, determinando, como ya hemos indicado, la subida o bajada de los precios del alimento básico por excelencia, el pan.

La escasez de cereales, que eran fundamentales en la alimentación de la población, conllevaba un menoscabo socioeconómico importante. Para evitar problemas de abastecimiento de cereales, se crearon siglos atrás los Pósitos, también conocidos como alholíes, graneros o alhóndigas, de los que trataremos en otra ocasión. Sin embargo, y a pesar de aquellos almacenes, los precios venían determinados, como hoy, por la cantidad y calidad de las cosechas, y éstas dependían de que las lluvias y el sol fueron los apropiados. Toda esa información del tiempo se fue recogiendo en aquellos ‘Temporales’ que conservamos desde finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, sólo de algunos lugares, como San Clemente y Molina de Aragón.

Otros documentos en los que se pueden encontrar datos meteorológicos son, por ejemplo, los expedientes de obras necesarias por caídas de casas, hundimientos de puentes y techos con motivo de fuertes lluvias, incendios causados por rayos, etc, o los testimonios que han llegado a nuestros días de las numerosas rogativas que se hacían en los pueblos. Centrándonos en los datos que se recogían en aquellos ‘Temporales’ eran, por ejemplo, estos que a continuación transcribimos.

Abril de 1792: ‘En los antepróximos días se ha experimentado el tiempo con la continuación de ayres húmedos y fuertes, vario y templados, pues en unos ha estado rebuelto y con nubes, y en otros claro y descubierto el sol, con cuya apacible temperie y el veneficio de las llubias en la semana anterior próxima, se adbierte ventajoso medro en toda clase de sembrados, especialmente en los situados en tierras fuertes y de miga, pues los que se hallan en ligeras de poca sustancia, hampadecido algún desmejoro. Mas no habiendo contratiempo en lo subcesibo, prometen en este país generalmente los campos una abundante cosecha de trigo, cebada y demás semillas. Los precios corrientes del día son…’.

Junio de 1795: ‘El tiempo se experimenta con abundantes calores, que ponen en disposición los sembrados para su siega, y trilla de la mayor parte de la cebada, que ya lo está…’.

Diciembre de 1792: ‘El tiempo se ha experimentado en los antepróximos días claro y blando, mas, al presente, nublado y con algunas llubias muy útiles para que acabe de nacer lo últimamente sembrado. En quanto a los precios de los granos no ay variación…’.

En definitiva, en ausencia de registros meteorológicos de aquellos siglos, tenemos en nuestros Archivos Históricos profusa información que, en una región como la nuestra, eminentemente agrícola, fue fundamental conocer, y que, en la actualidad, nos permite aprender más acerca de nuestra Historia.

 

Bibliografía Serrano Mota, Mª de la Almudena ‘Lluvias, sequías y rogativas. El tiempo en Cuenca siglos atrás’. Programa emitido en la Cadena SER https://cadenaser.com/emisora/2017/09/14/ser_cuenca/1505411597_026307.html

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