Pósito de Cuenca
El Pósito es un edificio construido en los últimos años del siglo XVI por el maestro de cantería Pedro López de la Vaca; este alhorí (granero o almacén) se alzó intramuros de la ciudad de Cuenca, apoyado a la muralla, en el lado de la Puerta del Postigo.
El edificio fue remodelado en el siglo XVIII, cumpliendo la función de silo para el grano, con muros de extraordinario grosor. La planta baja queda dividida en dos largas y estrechas naves, cerrada por una potente bóveda de medio cañó que arranca desde el suelo. La planta superior, más ligera, posee tres pilares que cargan sobre el medianero de la baja, cubriéndose con una bóveda de lunetos.
La fachada está formada por un mampuesto, dispuesto en forma escalonada debido a la pendiente del terreno, en su zona baja a modo de zócalo y sillares en las partes medias y altas, pintados conforme a lo que es costumbre en Cuenca en el siglo XVIII. También tienen decoración pictórica las ventanas y los tres escudos que campean en la fachada (el de la ciudad sobre la puerta, el de España en el centro y el tercero ¿que pertenece al corregidor bajo cuyo mandato se remodeló el edificio?. La puerta, de arco de medio punto y sillería almohadillada, está desconcentrada.
En tiempos recientes, el edificio es utilizado como Museo Arqueológico y Conservatorio de Música.
Pósito de Cuenca
Pósito de Cuenca