Palacio de Galiana de Toledo
El palacio de Galiana está situado extramuros de la ciudad de Toledo, en el paraje conocido como la Huerta del Rey, un enclave perteneciente a la vega del río Tajo. Se puede afirmar que se trata una antigua almunia o palacio hispano-musulmán del siglo XI, compuesto por salas de recepción -el edificio actual- , conectadas con una gran alberca y unos jardines, situado en el mismo lugar donde se encontraba la residencia de verano del rey Al Mamun. En 1385 el sitio (Huerta del Rey) aparece como propiedad del rey Juan I de Castilla, que lo dona al Convento de Jerónimos de la Sisla y posteriormente éstos lo venden, en 1394, a Dª Beatriz de Silva, figurando ésta como propietaria en un documento de 1397.
Desde el siglo XVI el edificio recibe el nombre de Palacio de Galiana, en memoria de los palacios y jardines que habitara Galiana, princesa musulmana, esposa de Carlomagno, situados en el alfeicen (al-Hizan) toledano junto al Alcázar.
A principios del siglo XX el edificio presentaba un estado ruinoso, siendo restaurado y estando actualmente en manos privadas, dedicado a labores de hostelería.
El edificio que se puede ver hoy es una obra de estilo mudéjar, surgida de las reformas practicadas en los siglos XIII y XIV, conservando su estructura primitiva. La fábrica de la fachada está realizada con el típico aparejo toledano, formado por mampuesto encintado con refuerzo de ladrillos en vanos y esquinas, y en la que se ha recuperado, tras las últimas restauraciones, los merlones de las partes altas. Consta de dos alturas y es de planta rectangular que se completa con una zona de edificación abierta desarrollada en planta, también rectangular, a lo largo de su fachada principal. Se trata de un edificio formado por tres cuerpos perpendiculares a la fachada. Los dos laterales, de planta rectangular, se elevan formando sendos volúmenes a modo de torres. El cuerpo central es de menor altura y forma una unidad con los laterales en la planta baja; en la planta alta este cuerpo central queda unido mediante un muro de fachada a los laterales y tiene abiertos cuatro vanos con arcos de medio punto, más otro central adintelado de mayores proporciones. Otros seis vanos de arco de medio punto se abren en el piso superior de la fachada opuesta.
En el interior aparece una profusión de labores decorativas propias del estilo mudéjar, entre las que se encuentran las ventanas pareadas, formadas por un juego de arquillos lobulados sustentados por estilizadas columnillas con heráldica en los capiteles, las yeserías en los encuadramientos de los vanos dibujando figuras de lazos de ocho, o los zócalos pintados en las habitaciones del segundo piso. También se conserva un patio rehundido, un jardín y una alberca.
Palacio de Galiana de Toledo
Palacio de Galiana de Toledo