Molinos de Viento de El Romeral
La primera referencia a un molino de viento en El Romeral viene recogida en el Catastro de Ensenada (1752). Casi un siglo más tarde, el diccionario de Madoz (1845) recoge ya dos molinos en la localidad y tan solo quince años después, el Nomenclator indica que en el municipio existen los molinos de Abajo, del Calvario, del Cerro Santo y de Robradiza.
El molino "Muela" está situado en el margen derecho del camino de Yepes, a unos 400 mts. de las últimas casas de El Romeral. Es conocido por el nombre de Muela en alusión al apellido de sus propietarios. Se sabe que en 1890 molía a pleno rendimiento y estuvo en funcionamiento hasta 1912.
El molino "Gorrinos", está situado en el margen izquierdo del camino del Presado y habría sido construido entre 1860 y 1870, siendo su propietario por entonces D. Sebastián García del Pozo y García-Patas, de profesión molinero y casado con doña Isabel Santos, de cuyo matrimonio nacieron dos hijos, Enrique y Antonio, a quienes se conocían por “los molineros”.
La familia anterior construyó también el molino “El Pechuga” que es el más emblemático de todos los molinos existentes en El Romeral. Es el situado más al norte del Cerro Santo y por estar situado a mayor altitud, aprovechaba mejor la fuerza del viento. Parece que ya estaba en uso en 1882. Posteriormente fue vendido a D. Sebastián Cirujano Maroto, conocido como el tío Pechuga (del que toma su nombre), y éste, a su vez lo venció a D. Félix Villalobos Ramírez en 1957. Dos años después, en noviembre de 1959, sin uso alguno, pero con toda su maquinaria intacta, fue vendido a la Diputación Provincial de Toledo que lo mantuvo en propiedad hasta principios de la década de 1980, momento en que pasó al Ayuntamiento. Desde esta fecha, el molino Pechuga ha sido objeto de diversas intervenciones de recuperación, entre ellas, la de la máquina de limpia en el año 2014.
El molino "Crítica", es el otro de los dos molinos que coronan el Cerro Santo. Se construyó en el año 1852 y se le conoce como molino del Calvario o de los Marcelos. La puesta en marcha de una fábrica de harinas instalada en el pueblo condujo a su abandono. El molino, ya sin productividad alguna, fue vendido a Eugenio Zamorano Maroto, el tío Crítica (también se conoce el molino por ese nombre), que tampoco le dio uso alguno. En 1991 pasó a ser de propiedad municipal y su reconstrucción se llevó a cabo entre agosto de 1993 y julio de 1994 para dedicarlo a sala de exposiciones.
En El Romeral, los sitios conocidos como “Las Eras” y el “Cerro Santo”, se conforman pues, como un paisaje tradicionalmente molinero que perdura en la actualidad. La vinculación del pueblo con sus molinos, en uso desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, y con los lugares donde se ubican (donde los romeraleños se relacionan en la celebración anual de la molienda), los han hecho merecedores de la declaración como "Sitio Histórico", una figura jurídica del patrimonio cultural, destinada a la protección, estudio y su difusión de estos lugares históricos.
Molinos de Viento de El Romeral
Molinos de Viento de El Romeral