Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Purificación
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Purificación tardó en construirse más de dos siglos; a esto se debe la existencia de diferentes estilos arquitectónicos, desde el renacentista hasta el barroco.
Fue edificada sobre los restos de la primitiva fábrica del siglo XVI y en el siglo XVIII se realizó una gran reforma edificándose el presbiterio, la cúpula del crucero, las fachadas, las puertas y la torre.
Consta de tres naves, mayor la central que las laterales, cubiertas por arcos de crucería que apoyan en gruesas columnas cilíndricas. El crucero está cubierto por una cúpula semiesférica apoyada sobre pechinas. Destaca su retablo mayor, del siglo XVII que muestra tres calles con la representación de Dios Padre en su parte superior y varias santas en el banco; otros retablos de los siglos XVII y XVIII se encuentran en las naves laterales. También conserva una pila bautismal del siglo XVI.
La fachada sur está compuesta por un arco semicircular muy alto y sencillo, flanqueado por un par de columnas a cada lado, con basas y capiteles dóricos.
En el ángulo noroccidental se sitúa la torre, de estilo barroco y forma octogonal de cuatro cuerpos, de silueta muy robusta. Está rematada por una veleta de hierro, la "Giralda", cuya primera intención era representar al Arcángel San Gabriel; ahora es una mujer abanderada, que perdió sus chapas por la acción de un rayo. Es muy similar al "Mambrú" de la cercana Arbeteta, con la que la leyenda les emparenta como la pareja de novios que no pudo ser y que se comunicaban por señales desde lo alto de los campanarios de sus pueblos.
Todo el exterior de la iglesia es de sillares de piedra caliza.
Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Purificación
Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Purificación