Convento de la Purísima Concepción de Toledo (Capuchinas)
El convento de la Purísima Concepción (popularmetne conocido como Capuchinas) fue fundado en 1632 por Dª Petronia Yáñez, viuda de D. Pedro Laso Coello de Castilla. El edificio actual fue el tercero que ocuparon las errantes monjas y se convirtió en el definitivo desde 1655. Las obras fueron trazadas y dirigidas por Bartolomé Zúmbigo y Salcedo, y pagadas por el cardenal Aragón. La iglesia estaba finalizada en 1671, y el convento prácticamente rematado en 1677.
Aunque el crucero de la iglesia, en su desarrollo lateral, sobresale ligeramente en planta, no puede hablarse de cruz latina; aquella es rectangular, de una sola nave dividida en tres tramos: el mencionado crucero, la capilla mayor y el coro, en alto, a los pies, sobre amplio arco rebajado.
La nave y la capilla mayor de la iglesia tienen bóvedas de medio cañón fajeado y con lunetos; en el crucero, cúpula sobre pechinas, sin tambor y con linterna ciega. Sobre un zócalo de sillería se dispone el límpido y desornamentado alzado interior, todo jaharrado, articulado mediante pilastras toscanas. Cuatro machones sustentan la cúpula en el crucero. Respecto a este, queda ligeramente elevado el presbiterio; en su testero, el retablo mayor. Apurada sencillez y marcada desornamentación es el interior del templo.
El exterior es, en general, de ladrillo visto con rafas de piedra, de volúmenes cúbicos y perfiles rectilíneos, como es práctica habitual en la arquitectura seiscentista de Toledo.
Entre las dependencias conventuales es de reseñar el pequeño claustro, que actúa como elemento distribuidor de estancias, formado por dos pisos, de cuatro galerías cada uno, que, a través de arquerías de medio punto, se abren a un patio.
Convento de la Purísima Concepción de Toledo (Capuchinas)
Convento de la Purísima Concepción de Toledo (Capuchinas)