Conjunto Histórico de Letur
La villa de Letur está enclavada en la Sierra del Segura, al sur de la provincia de Albacete y por ella han pasado numerosos pueblos iberos (ligures, oretanos, bastetanos…) y más tarde romanos, árabes y cristianos aprovechando su ubicación orográfica. Todos han dejado huella en los parajes de su término municipal formado por las aldeas de La Abejuela, la Dehesa de Iznar y Fuente de Sabina.
Pero la cultura que más ha influido en la fisonomía actual de Letur ha sido la musulmana; el trazado urbano es de tradición árabe, ocupado y habitado posteriormente por los repobladores cristianos que vinieron tras la Reconquista. Este pasado musulmán dejó su impronta en arcos y artesonados, alcantarillado, sistemas de regadío como acequias, balsas de riego, hormas...etc.
Los edificios son generalmente de dos o tres plantas y en sus fachadas destacan los arcos de piedra de los accesos, que a veces forman los famosos “portalicos” ya que dentro de algunos arcos existían portales semi-interiores que hacían de colectores a varias viviendas que los compartían.
Letur posee también numerosas calles tortuosas y estrechas, con adarves, cuestas, callejones, fuentes y charcos de agua como la piscina natural de Las Canales, o miradores como el de La Molatica. Todo él es un conjunto arquitectónico realizado en tapial, a base de tierra, agua y cal, junto con piedra, madera y caña, con grandes muros blancos de escasa decoración, arremolinado en torno a la plaza, que es la parte más alta de la villa. Las calles están adornadas con una rejería característica de herreros autóctonos, y puertas de madera peculiares, que nos indican que hubo una importante artesanía de la madera.
Los edificios más relevantes del municipio son su Iglesia de la Asunción (siglo XVI), el Ayuntamiento (siglo XVI), la Ermita de la Concepción o del Alto (siglo XVI), la de San Sebastián o su castillo (siglo XIII) del que queda algún resto testimonial.
Conjunto Histórico de Letur
Conjunto Histórico de Letur