Conjunto Histórico de Brihuega
El origen de la villa de Brihuega se encuentra en un poblado celtibérico llamado Brioca, de donde derivó a su actual nombre.
La localidad fue una plaza estratégicamente relevante de cara a las campañas para la toma de Toledo por los cristianos. El rey Alfonso VI arrebató el municipio a los musulmanes en 1085 para un año después cederlo al arzobispo Raimundo de Toledo, primer constructor de la fortaleza que preside el valle del Tajuña.
Durante mucho tiempo la villa estuvo rodeada de murallas, que concluyó ya en el siglo XIII el también arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, quien en el año 1242 concedió fuero a Brihuega. La localidad vivió su mayor esplendor en el segundo tercio del siglo XIII.
Durante los siglos XVI y XVII se habría producido una significativa migración de briocenses a la ciudad mexicana de Puebla. En 1615 se fundó el monasterio de Santa Ana. Por distintas circunstancias históricas ha sido escenario de importantes acontecimientos bélicos.
En diciembre de 1710 fue asaltada por las tropas de Felipe V, comandadas por el duque Luis José de Vendôme en un acontecimiento militar trascendente en el desarrollo de la Guerra de Sucesión, en las batallas de Brihuega y Villaviciosa. Las tropas británicas del general James Stanhope hubieron de capitular.
A mitad del siglo XVIII fue fundada por Fernando VI la Real Fábrica de Paños siendo una de las instalaciones industriales más prestigiosas del país y en 1835 cerró sus puertas; si bien su uso continuó en manos privadas hasta la Guerra Civil Española.
Durante las reformas territoriales que se plantearon durante el trienio liberal, se llegó a considerar a Brihuega como una candidata, junto a Cifuentes, para la capitalidad provincial, por su mayor centralidad.
Durante la Guerra Civil sus calles y términos fueron escenario, en marzo de 1937, de la batalla de Guadalajara.
En los años 1964 y 1965, la Promotora Briocense de Jesús Ruiz Pastor construyó la plaza de toros.
Fruto de este pasado el casco histórico está formado por una serie de edificios notables como la Real Fábrica de Paños con sus jardines del siglo XVIII, las iglesias de Santa María de la Peña y de San Felipe, el Convento de las Bernardas, el de las Jerónimas y la iglesia de San Miguel. Completan el conjunto, el Castillo de Peña Bermeja, los restos de la Sinagoga, los restos de las murallas con las Puertas de Cozagón y la de la Cadena, y el entramado urbano con sus plazas, sus mansiones blasonadas, sus tortuosas calles, algunas de ellas con soportales como las del Coro y la de las Armas.
Conjunto Histórico de Brihuega
Conjunto Histórico de Brihuega