Circo Romano de Toledo
El Circo Romano de Toledo está situado extramuros, al norte de la ciudad, en la denominada Vega Baja; se construyó hacia la segunda mitad del siglo I d.C., a finales de la dinastía Julio-Claudia y se dedicó a las carreras de carros. Está orientado en dirección NE-SO.
Su planta, como la de todos los circos, es un rectángulo con dos lados rectos y casi paralelos, un extremo en forma de hemiciclo y otro extremo ligeramente curvado, en arco de círculo, que conforma las cárceres o casillas desde donde salían los carros.
El espacio donde se desarrollan las competiciones o arena está delimitado por el podium que determina sus dimensiones, dando lugar a un eje mayor de 408 mts. aproximadamente y un eje transversal, que en la zona del hemiciclo viene dado por la cuerda del arco de 86,20 mts. mientras que en las cárceres se haría más estrecho, cerca de 82-83 mts. El espacio anterior se encuentra dividido longitudinalmente por la spina, o barrera central, alrededor de la cual las bigas o cuádrigas daban las siete vueltas preceptivas.
Alrededor de la arena se dispone el graderío o cavea, que ocupa el hemiciclo y los dos lados rectos, mientras en el extremo opuesto, como se ha indicado ya, se locatizan las cárceres.
El graderío consta de un maenianum primum o graderío inferior y un maenianum summun o superior.
Circo Romano de Toledo
Circo Romano de Toledo