Castillo de San Martín de Montalbán
El castillo de San Martín de Montalbán tuvo su origen en época musulmana en la que por su disposición espacial, con un gran espacio central, pudo ser un albacar.
Tras la reconquista cristiana se localizó en este lugar, a fines del siglo XII, una bailía templaria, un establecimiento donde se formaban sus capellanes. Los continuos pleitos entre las Órdenes, sobre todo entre las de Calatrava y la del Temple, hacen que la fortaleza pase por sucesivas manos, hasta que formalmente se le concede en 1221 al Temple, a quien perteneció hasta su disolución en 1308. A partir de este momento el castillo no pasó, como otros bienes de la Orden, a la Orden de San Juan, sino que fue entregado a D. Alonso Fernández Coronel para luego ser confiscado por Pedro I y cedido a su hija Beatriz en 1353. La fortaleza participó en los vaivenes políticos de los últimos siglos medievales y por ello fue asediada en alguna ocasión.
Fue en el periodo templario cuando el castillo se convirtió en una soberbia fortaleza. Está levantada junto a la profunda garganta que crea el río Torcón; su superficie es de 16.500 mts2, totalmente amurallados, lo que da idea de su magnitud, ya que es uno de los castillos más grandes de España. La parte oriental es la más defendida, al estar menos protegida por el escarpe natural del río, como ocurre en la parte norte y en la oeste, y es la más interesante arquitectónicamente. Destaca en este frente un alto y amplio lienzo almenado, que cuenta con un estrecho adarve. De este lienzo parten dos torres albarranas de ocho metros de anchura por dieciséis de altura, una de ellas se une a un edificio interior componiendo la Torre del Homenaje. Estas torres son de planta pentagonal presentando arcos apuntados e inscripciones lapidarias y marcas de cantero en sus sillares, dotadas también por elementos defensivos como son almenas, saeteras y aspilleras.
El conjunto se completa con un amplio foso. En el interior encontramos restos de la fortaleza musulmana original, mucho más pequeña, así como se aprecian las bocas de dos aljibes o cisternas subterráneas y restos de habitaciones.
La situación del castillo, sin población cercana a la que proteger ni camino que vigilar, es uno de los enigmas de esta fortaleza, que bien pudo ser elegida por estos motivos para convertirse en uno de los cinco conventos del Temple en Castilla donde formaron a sus capellanes o efectuaron las nuevas profesiones de caballeros. Un sitio tan aislado de las rutas frecuentadas, proporcionan la quietud suficiente para sus fines y lo envuelve hoy, más todavía, en el halo de leyenda que rodea todo lo que se relaciona con los Caballeros Templarios.
Castillo de San Martín de Montalbán
Castillo de San Martín de Montalbán