Bodega o Lagar | Casa Cervantes
Los dueños de estas casas manchegas solían simultanear distintas producciones agrícolas. A la explotación del cereal se sumaba la explotación del viñedo. Como consecuencia de ello existía “el lagar” al fondo del corral, destinado a recibir la uva, una vez vendimiada, que era pisada (estrujada) en el “pisadero”, extrayéndose el mosto que se depositaba en grandes tinajas de barro para su fermentación y obtención del vino.
Cervantes, al pasar por esta casa, conoció la fama que tenían los vinos del lugar, llamados “Del Lugar de Esquivias”, haciendo alusión a ello en varias de sus obras, como es en el prólogo de "Persiles y Segismunda" y en un fragmento de "El coloquio de los Perros".