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Cocina | Casa Cervantes

Se sitúa en el piso inferior y era el “gran espacio habitacional de la casa”.

Se encuentra amueblada con una mesa con taburetes o “posetes” en torno a la cual, no solo se come, sino que también se desarrollaba gran parte de la actividad social de la casa. 

La cocina se articula en torno a un hogar para el fuego, adosado a una de sus paredes, y se cubre con una campana hecha de obra, soportada por una viga de madera situada de lado a lado de la habitación en sentido transversal, que servía para la recogida de humos procedente de la leña quemada.

A lo largo de las paredes de la cocina se solían abrir las alacenas o despensas con estantes, empotradas en los gruesos muros de tapial, que se cerraban con puertas de madera con celosía (aireación) para el almacenamiento y la conservación de los alimentos.

A ambos lados de la chimenea, próximos al fuego para recibir el calor de la lumbre, solían situarse los poyales (asientos bajos corridos hechos de obra), adosados a las paredes de la cocina.

Candiles, trébedes, badiles o badiletas, tenazas, cucharones, ollas, pucheros o sartenes eran parte de los utensilios que se encontraban aquí.