El castillo de Don Manrique está formado por distintas torres unidas por una línea de murallas con adarves o pasillos elevados que posibilitaban la comunicación entre ellas.

Las torres que rodean a este segundo recinto tienen tres plantas, con grandes ventanas de arcos apuntados, y se comunicaban entre plantas por escaleras metálicas. Se pueden apreciar también las bóvedas de crucería, restos de decoración en las paredes, y escritos de soldados de diferentes épocas que ocuparon la fortaleza. 

En el centro de esta construcción aparece el patio de armas y en torno a él se encontraban la residencia noble del señor de Molina, así como otras dependencias como las caballerizas, cocinas, horno, habitaciones, pozo, aljibe, almacenes, y calabozo.