La cruz es el símbolo por excelencia del cristianismo. Dada la severa persecución a la que fueron sometidos los primeros cristianos, su utilización no es anterior al siglo IV, generalizándose desde entonces como un símbolo de salvación. Sin embargo, existen muchos tipos de cruces. La más común en Europa Occidental es la llamada cruz latina, formada por una línea más larga que la otra. No obstante, en Oriente lo habitual es encontrar la llamada cruz griega, en la que las dos líneas que componen la cruz tienen la misma longitud. En el yacimiento arqueológico de Casa del Oro se conservan grabadas varias cruces griegas, posiblemente por influencia de las Ordenes Militares. No debemos olvidar que nos encontramos en una zona que fue controlada por la Orden de San Juan cuyo origen se sitúa en la lejana ciudad de Jerusalén.