Posiblemente estas instalaciones deben ser del siglo XVIII porque fue a partir de 1700 cuando se empieza a utilizar la pólvora en Almadén y en 1735 fueron promulgadas las Ordenanzas de la Minería que habían sido aprobadas por Felipe V, donde se explicaba los procedimientos que debían emplearse para llevar a cabo los barrenos y las técnicas para realizar sin peligro el arranque de mineral mediante voladura con pólvora.

Junto al embarque de primera planta en San Aquilino y hacia Levante existe una galería que se prolonga unos 25 metros y que está excavada en roca frailesca. La galería se termina en una zona de falla.

En esta prolongación y a escasos metros del embarque del pozo se encuentra una hornacina, situada sobre un muro de galería de dimensiones 1,75 x 0,90 x 0,50 m, en forma de nicho con arcos en bóveda para el alojamiento de la virgen o el santo correspondiente. Está construida en obra de ladrillo visto macizo y sobre pedestal en forma de prisma cuadrado de igual construcción.

Del mismo tipo de construcción y a escasos 10 metros existe una habitación de unos 12 m2 de planta con una ventana de 0,5x1 m2 que servía de cuarto de herramientas y en cuyo interior se encuentra un polvorín de escasas dimensiones donde se debía guardar pequeñas cantidades de explosivos.

Actualmente está todo este conjunto rehabilitado y dentro del cuarto hay una exposición de herramientas de la época.