Inicialmente el desagüe de la mina del Castillo se hacía por el socavón directamente por gravedad, pero a medida que comenzó a tener profundidad, se tenía que desaguar por medio de pozos.

En el pozo San Andrés se instaló un torno para la extracción manual de agua con zacas. Este trabajo era muy penoso y de escaso rendimiento siendo realizado fundamentalmente por los presos (forzados).

Cuando el pozo San Andrés alcanzó mayor profundidad desde su Caldera el agua se extraía por medio de un cuerpo de nueve bombas. En cada una de esas bombas trabajaban dos hombres que se cambiaban cuatro veces al día.

Es un pozo rectangular de 3 x 1,6 m² de sección situado a pie de socavón de la mina del Castillo, con una profundidad de aproximadamente 87 metros y hasta 100 si se incluye la caldera del pozo.

Este pozo no tiene revestimiento y está excavado en cuarcitas y pizarras. En algunas zonas presenta hundimientos de roca. A lo largo del pozo se han instalado descansillos para el uso de escalas metálicas.

Se utilizó fundamentalmente para desagüe y extracción de mineral de la Mina del castillo durante el siglo XVIII.

Está rehabilitado en sus dos primeros descansillos.