Junto a la sinagoga se levantó otro edificio de grandes dimensiones. Tiene en planta más de 600 mts2 y su interior estuvo dividido en varias habitaciones articuladas en torno a dos patios.

La entrada se situaba en la misma calle que la sinagoga, y estaba formada por un gran zaguán cuyo enlosado se conserva parcialmente. Desde esta instancia se accedía a otros espacios, como despensas y sótanos dedicados a la fabricación de vino.

Los restos conservados indican que el edificio tuvo al menos una segunda planta que pudo albergar otros espacios de uso colectivo con salas de curas (se han encontrado instrumental quirúrgico), hostal para transeúntes e, incluso la escuela talmúdica, junto a la sinagoga.

Además este edificio pudiera haber albergado otras funciones administrativas consustanciales a las sinagogas de cierta importancia que, además de las de carácter estrictamente religioso, albergaron en dependencias anejas la escuela, la sede del tribunal rabínico, un hospital, y otros servicios menores. Este complejo sinagogal se convertiría así, en un ejemplo en que las tres funciones básicas de la sinagoga tienen su reflejo en el plano material: la de Casa de Oración o Bet ha-tefil.lah, la de Casa de Estudio o Bet ha-midrash y la de Casa de Reunión o Bet-ha-keneset.