En el desarrollo del arte de la navegación aérea, Guadalajara constituye uno de los hitos fundamentales y la cuna de esta actividad.
En 1896, por Real Orden de 17 de diciembre, se crea el Servicio de Aerostación Militar dentro del Arma de Ingenieros. Su sede se establece en Guadalajara. Al frente de esta se nombra al comandante de ingenieros Pedro Vives Vich, un personaje importante en la historia de esta institución.