“Porque yo también, como el gran pintor emigré a Toledo sin saber por qué, por ese instinto que atrae a los hombres, como a los pájaros- y lo mismo a las águilas que a las humildes golondrinas- a los lugares donde el destino ordena que nuestra obra se va a cumplir” Gregorio Marañón. Discurso de recepción en la Real Academia de Bellas Artes, el 20 de mayo de 1956