“De Galdós y de Hurtado de Mendoza aprendí yo mis primeras lecciones de amor a Toledo… siendo yo niño, me mostraron más de una vez los montones que allí guardaban de fotografías de la ciudad de Carlos V; cada una tenía su historia o su leyenda y su fervoroso comentario”. Gregorio Marañón. Elogio y nostalgia de Toledo