La dignidad y posición social de su propietario se puso de manifiesto no sólo a través de la monumental arquitectura del complejo sino, también, por la excepcional decoración marmórea del interior de cada uno de sus ambientes. Una buena muestra de la importancia de la decoración son las columnas hoy visibles y que constituyen sólo una parte de las que se emplearon en origen.

Las columnas fueron extraídas de las canteras de Afyón, en el interior de Anatolia sumando más de cuarenta variedades de marmora que, procedentes de las más importantes canteras del Mediterráneo (Anatolia, Egipto, Grecia, Tunicia, Península Ibérica), fueron llevados hasta este lugar para decorar este edificio.