Termas Monumentales
Se construyeron en el siglo I d. C. y estaban destinadas al baño e higiene, al esparcimiento y negocios. A través de una calle escalonada se accedía a la palestra o patio porticado con columnas para hacer ejercicio. De aquí se accedía al vestuario, con una piscina en el centro. Después se pasaba sucesivamente al frigidarium o sala fría, al tepidarium o sala templada, al caldarium o sala caliente y al lacomicum o sauna seca, situada bajo la actual ermita.
Al norte estaban las habitaciones de servicio, como leñeras y los hornos para calentar los baños.