La Iglesia
En la zona oriental de la plaza se encontraba la Iglesia Palatina, el templo más importante de la ciudad y una de sus edificaciones más cuidadas.
De planta de cruz latina, su división en diferentes espacios respondía a las necesidades funcionales de la liturgia. Constaba de:
1) Una cabecera, formada por el ábside – que albergaba el altar- y el crucero, que eran los espacios reservados, accesibles sólo para el clero.
2) La nave central que era el lugar destinado a los fieles, las personas bautizadas.
3) Dos naves colaterales que flanqueaban a la central y se comunicaban directamente con el transepto, de ellas la situada al norte tenía la función de sacristía.
4) Al oeste de estos espacios y perpendicular a ellos, se encontraba el "nartex," el recinto en el que se localizaba la fachada y la entrada principal y a través de la cual se accedía al interior del templo, y que configuraba el área destinada a los catecúmenos, junto con el baptisterio.
5) El baptisterio era la habitación destinada a las ceremonias bautismales y ha sido identificado a continuación del lado norte del "nartex". En su cimentación se encontró en 1946 el tesorillo de tremises.
Este edificio constituye el único ejemplo material de iglesia palatina existente hasta el momento en el Reino Visigodo.