Cerro del Bú

El Cerro del Bú es un promontorio situado en el lado izquierdo del río Tajo, frente a la ciudad de Toledo, en su lado este. Con una superficie ocupada de más de 15.000 mts2. es uno de los yacimientos arqueológicos más emblemáticos de la ciudad ya que en él se encuentran los orígenes de la misma.

Posee dos fases de ocupación, una prehistórica que abarcaría entre los siglos XX y XV a.C. y otra medieval alrededor del siglo X d.C.:

1) En la Edad de Bronce nos encontramos la existencia de un poblado amurallado y posiblemente defendido por un foso que, a su vez, servía de camino para quienes cruzaban el río por la actual zona de la Barca de Pasaje. Además existían grandes y sólidas cabañas, de planta ovalada y alargada con zócalos de mampostería y adobe en las partes medias y altas de los muros. Estas construcciones se asentaban sobre bancales, constituyendo la base de una poderosa organización social, que junto con un número relativamente grande de habitantes extendían su dominio en un amplio territorio. En la base del cerro aún se conservan muros que sirvieron para abancalar las laderas desde la base. Algunos de estos muros, que en ocasiones superan 1 m. de espesor, fueron aprovechados como paredes para las propias cabañas prehistóricas.

2) Abandonado el cerro al final del periodo anterior, lo encontramos de nuevo ocupado en el periodo andalusí, al poco de proclamarse el Califato de Córdoba. Es entonces cuando Abderraman III ordenó construir Madinat al-fath en el cerro Chalencas, para cercar Toledo en el 931 d.C. Posteriormente el lugar fue utilizado también por los cristianos y los almohades en las luchas mantenidas durante la Reconquista cristiana.
Las estructuras conservadas de esta época andalusí consistieron en una fortificación, no demasiado grande, formada por dos recintos amurallados dotados de torres-contrafuertes. Para ello se explanó el cerro, desde la plataforma superior hasta la media ladera, afectando a los restos del poblado prehistórico anterior de la Edad del Bronce. Sobre unos sólidos cimientos de piedra (muros) se levantaron otros de adobe, pintados de rojo, para formar las paredes de los distintos espacios que se crearon.