Iglesia de San Julián y Santa Basilisa

La iglesia parroquial de San Julián y Santa Basilisa del municipio de Torrejón del Rey de Guadalajara hay que estudiarla dentro del contexto del mudéjar tardío, desarrollado fundamentalmente desde finales del siglo XIV hasta principios del siglo XVI, dentro del antiguo Reino de Toledo y más concretamente en los valles situados entre las cuencas de los ríos Henares y Jarama, territorio perteneciente en la actualidad a las provincias de Madrid y Guadalajara.

El actual núcleo poblacional de Torrejón del Rey inicia su primitiva existencia como alquería dependiente de la que fue fortaleza medieval y posterior villa de Alcolea del Torote; el nombre le viene dado por la existencia de una torre que inicialmente cumplió misiones de vigilancia dentro de la fortaleza norte del Reino árabe de Toledo, y que más tarde fue reedificada, a mediados o finales del siglo XIV para continuar vigilando las tierras y ganados dependientes en Alcolea del Torote ya en ese momento posesión de los Arzobispos de Toledo.

Por distintos motivos, alrededor de esta torre construida en ladrillo como corresponde a su estilo mudéjar, se fue generando un núcleo de población que ya a finales del siglo XV debía mostrarse con relativa importancia, lo cual motivó a buen seguro, la necesidad de construir a principios del siglo XVI la iglesia actual de Torrejón del Rey.

Como se desprende de lo anterior, esta iglesia, o mejor dicho el cuerpo o nave de la misma, fue construida adosándose a la torre ya existente y que por esos tiempos había olvidado su justificación bélica para convertirse en campanario.

La iglesia cuya advocación se dedica a San Julián y Santa Basilisa, cuenta con una única nave rectangular que se constituye en aparejo de tapial, forjada en hiladas de ladrillo con pilastras y contrafuertes del mismo material; inicialmente su puerta principal se encontraba enmarcada en un atrio situado todo ello en el muro meridional que en la actualidad presenta importantes y definitivas modificaciones de principios de este siglo y en el que fue sacrificada dicha fachada para construir la vivienda parroquial.

En el muro de poniente se encuentra situada la actual puerta de entrada, que fue construida entre 1540 y 1543 por Pedro de la Bodega, en esta misma época y por el mismo alarife se efectuaron importantes reformas. De ella data su actual techumbre de par y nudillos, alfarje no ochavado y cinco pares de tirantes con ciertos adornos platerescos; también se reformaron en esa época y por las mismas manos el coro o tribuna y el ábside. El primero reposa sobre un vistoso arquitrabe adornado con los mismos motivos platerescos y sujeto con columna de piedra labrada, capitel renacentista y zapatas igualmente de piedra. El ábside de forma poligonal presenta en sus muros exteriores tres arcos ciegos de medio punto y contrafuerte moderno de ladrillo visto.

La nave, como indicábamos inicialmente, se adosa a la torre por el nordeste formando ángulo con el ábside; esta última y fundamentalmente en su parte superior ha sufrido numerosas reformas contando con ocho vanos para las campanas que en la actualidad y en su mayoría se presentan vacíos.

Su fábrica es de ladrillo con refuerzos de sillarejo por su base y actualmente se observan al aire sus cimientos de canto rodado, sillarejo y argamasa.

Sin lugar a dudas fue a mediados del siglo XVI cuando la iglesia de Torrejón gozó de todo su espesor.