Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción de Pastrana
La iglesia-colegiata de Pastrana está dedicada a Nuestra Señora de la Anunciación y tiene sus orígenes en una primitiva iglesia románica del siglo XIII construida por los caballeros calatravos, de la que aún se conservan algunos elementos. Junto con las reformas posteriores, del XVI y XVII, nos han legado una rica edificación sumamente interesante y peculiar.
La iglesia románica se reforma ya en el siglo XIV o XV en la zona de lo que actualmente es el coro. También sobre el muro norte se realiza una nueva portada por la que actualmente se accede, de tradición gótica que incluye un arco conopial con dos pilastras laterales rematadas con pináculos y florones.
Sin embargo, la primera gran trasformación se produce a partir de 1569 cuando el primer Duque de Pastrana, Ruy Gómez de Silva obtiene la bula pontificia que permite convertir el templo en Colegiata. Para adaptar el inmueble a su nueva categoría canóniga construye una amplia cabecera de estilo gótico, conservando sin embargo las naves de lo que ahora mismo es el coro sin ser alteradas.
La segunda gran transformación se realiza entre 1626 y 1639 cuando el Arzobispo Fray Pedro González de Mendoza reedifica y amplia el edificio. Se encargó la obra al arquitecto carmelita Fray Alberto de la Madre de Dios. Se sustituye la cabecera del templo por otra de mayores dimensiones con cripta y crucero, siguiendo el estilo denominado clasicismo esculiariense. También se mantiene la diferencia de altura de la cabecera con el resto de la iglesia, detalle característico del templo y que provenía de la reforma del XVII.
La cripta, es de planta de cruz latina y cuenta con grandes urnas funerarias, 6 de las cuales son de mármol rosado procedentes del Panteón Ducal del Monasterio de San Francisco de Guadalajara, y el resto de granito realizadas con la cripta. Esta es la última reforma reseñable del templo, y la que configura su apariencia actual salvo por el campanario al que se añadió un desafortunado reloj en la edad moderna.
El resultado es un templo de tres naves muy anchas, que se abren en la cabecera, en un gran crucero rematado por un breve presbiterio o capilla mayor. Varios altares, capillas y dependencias completan el conjunto. Destaca así mismo el órgano, construido en 1704 por Domingo de Mendoza, Maestro de la Capilla Real con Felipe V.
La Iglesia Colegiata posee también un Museo Parroquial que alberga una conocida colección de tapices, junto con un gran número de obras de arte de todo tipo; cuadros, altares, elementos de orfebrería, y relicarios entre otros.
Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción de Pastrana
Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción de Pastrana