Capilla Lucenas o Urbinas
La capilla de Luis de Lucena, originalmente llamada de Nuestra Señora de los Ángeles o de los Urbina, es un edificio exento mandado construir hacia el 1540 por el humanista Luis de Lucena, alcarreño, clérigo y médico de los Papas.
Se trata de una capilla particular de carácter funerario que sobrevivió al derivo de la iglesia de San Miguel, a la que pertenecía en 1877. Está realizada enteramente de ladrillo, inspirada en el estilo mudéjar de la iglesia románica a la que pertenecía.
Se encuentra cubierta a una sola agua con teja curva, siendo su planta de forma rectangular con torreones esquineros con almenas acabadas en punta, y una amplia cornisa volada que recorre la parte superior de la fachada. Este diseño le otorga un aspecto de fortaleza, intensificada por la ausencia de vanos.
El interior de la capilla es de planta rectangular cubierta mediante bóvedas de cañón que se decoran con pinturas al fresco de finales del siglo XVI, realizadas por Rómulo Cincinato, y que componen un programa iconográfico de influencia erasmista. Al fondo se abre un espacio similar a las torres exteriores y una escalera de caracol que da paso al piso superior.
En la actualidad, tras su remodelación por su propietario, el Ministerio de Cultura, alberga una muestra con los restos de yeserías y sepulcros de las iglesias desaparecidas.
Capilla Lucenas o Urbinas
Capilla Lucenas o Urbinas