Iglesia de Santa Coloma

La ermita de Santa Coloma de Abendiego fue construida en el siglo XII y ampliada en el siglo XV siendo de estilo románico y pese a que se trata de una ermita, por su tamaño, forma y decoración tiene aspecto de una pequeña iglesia.

El templo formó parte de un antiguo convento perteneciente en 1197 (según el arzobispo de Toledo Ximénez de Rada) a una comunidad de monjes reglares de San Agustín.

El edificio es de planta de cruz latina, de nave única; posee un aparejo de sillería de finales del siglo XII o principios del XIII en la cabecera, y el resto de los muros son de mampostería del siglo XV; la techumbre interior es de madera, datada del siglo XVI, de estilo mudéjar, llamada de par y nudillo, con seis pares de tirantes y seis canecillos en forma de "S"; el pavimento del suelo es de lajas de piedra apenas labrada y el presbiterio está cubierto con una bóveda de crucería en su parte recta. El coro, del mismo estilo que la techumbre, se sitúa a los pies.

En el exterior, la puerta de entrada al templo, situada al mediodía, es de estilo gótico. Está cubierta por un sencillo pórtico de ingreso, cubierto con un tejadillo a tres aguas. La puerta la compone un arco rebajado sostenido por capiteles decorados con cardinas y motivos geométricos. La arquivolta está adornada con flores cuatrifolias; sobre el arco rebajado y encuadrando el tímpano, corre una moldura formando un arco ojival decorado con una faja de hojas que arranca de dos toscas cabezas de animales.

En el interior, la cabecera de la iglesia destaca por su ábside central semicircular entre dos capillas laterales de testero recto. El hemiciclo o espacio interior del ábside se cubre con bóvedas de cuatro nervios, concluyentes en la clave del arco de ingreso, formando cinco paramentos curvos. Las capillas laterales se cubren con bóvedas de cañón apuntadas sobre arcos fajones. Una moldura de arista y bocel, recorre los muros de estas capillas laterales, comunicadas con el ábside central por puertas de arco apuntado. En el resto del interior se dan multiplicidad de fustes que reciben los nervios de las bóvedas y los capiteles están decorados con temática vegetales, muy esquematizados y estilizados, con remates en bola.

Pero lo más bello de esta iglesia que la caracteriza como un edificio románico es el exterior de su cabecera. Ésta se compone de tres vanos abiertos en el ábside semiesférico central, separados por cuatro pilares trilobulados sin capiteles, y arquivoltas de medio punto que apoyan sobre columnas lisas y capiteles decorados con temas vegetales. Estos vanos se cierran con celosías de variados diseños, de tradición mudéjar, en las cuales se alternan círculos, triángulos, medallones lobulados y estrellas de seis y ocho puntas cuyas combinaciones resultan complicadas figuras geométricas.

Las dos capillas laterales, de frente recto, se levantan a ambos lados del ábside anterior y poseen ventanas con aljimez, sin columna central , con arcos apoyados en el centro de un modillón con el sello de Salomón grabado en sus dos lados y en los laterales sustentados por columnas y capiteles con decoración vegetal estilizada. El vano lo forma un óculo con celosía calada en forma de círculo y lágrimas caladas en disposición radial.

En el pie se levanta una espadaña de silueta triangular de tres vanos de medio punto y dos campanas, de estilo gótico.