Ermita de Nuestra Señora de Luciana
La Ermita de Nuestra Señora de Luciana es un pequeño santuario situado dentro del término de Terrinches. De origen antiguo, fue reedificada entre los años 1484 y 1525 a expensas del Conde de Osorno, por entonces Comendador Mayor de Castilla.
De planta rectangular, con la capilla mayor de bóveda de crucería, estilo tardogótico, fue construida por el maestro Ruy González del Corral en la primera mitad del siglo XVI. En la segunda mitad del quinientos se reformó dicho cuerpo, levantando varias filas de arcos diafragma, apuntados, sobre los que descansaba originalmente una cubierta de madera; en esta fase contaba ya con portal, puerta principal de cantería labrada y unas pequeñas estancias en el santero.
Especial relevancia tiene el retablo, realizado una vez terminada la fase constructiva descrita anteriormente y donde se colocó la antigua imagen románica, en alabastro, de Nuestra Señora de Luciana, muy venerada en la comarca. Éste debió ser realizado por un maestro castellano, conocedor de los avances estilísticos conectados con las formas renacentistas. En él destaca el sentido monumental en el tratamiento de las figuras, a aproximación a los cánones vitruvianos, las poses elegantes, así como una tímida idealización. Consta de banco o predela, dos cuerpos, tres calles, ático, aletas y remate, combinando la pintura al temple mixto, en sus ocho tablas, y la escultura en bajorrelieve, en los encasamientos, entrecuerpos, guardapolvo y remate, con pilastras de basas sencillas, fustes y capiteles enriquecidos con grutescos en relieve. Predominan los motivos vegetales y geométricos (ovos, palmetas y dardos).
En los últimos años del siglo XVII, y a comienzos del siglo XVIII, el santuario cambió su cubierta de madera por otra de medio cañón con lunetos, construyéndose también el camarín de la Virgen detrás del presbiterio.
Ermita de Nuestra Señora de Luciana
Ermita de Nuestra Señora de Luciana