Iglesia del Cristo del Valle

La iglesia del Santísimo Cristo del Valle fue edificada sobre el anterior santuario ermita de Santa Elena, donde según la tradición, apareció un Cristo milagroso que dejó en un pajar un extraño caminante. Se construyó entre 1723 y 1739, siendo restaurada en varias ocasiones.

Presenta una planta de cruz griega inscrita en un cuadrado, los brazos están cubiertos por bóvedas de medio cañón sostenidas por pilastras toscanas con festón decorado con ménsulas, en cuya intersección se levanta un gran tambor octogonal y cuatro torrecillas en los ángulos, con barandilla de hierro, que sustenta una cúpula de media naranja decorada con granadas.

La fábrica del exterior del edificio es de ladrillo visto con imposta, cornisa y pilastras de piedra. Volumétricamente el templo se manifiesta en un cuerpo inferior cúbico de gran altura, el cual soporta otro en cruz en cuyos ángulos se elevan cuatro torres ochavadas rematadas con chapitel. Sobre éste se alza un gran tambor octogonal que da paso a la airosa cúpula encamonada, cuya sensación de altura se ve reforzada por la culminación de la linterna y su correspondiente aguja.

En sus esquinas cuenta con cuatro figuras que según cuenta la tradición, son los retratos de los constructores, si bien los atributos musicales con que están decoradas, castañuelas, laúd y almirez y la actitud festiva que presentan, las relacionan más con las actividades lúdicas desarrolladas en las romerías y centros de peregrinaje de un santuario como éste.

La portada principal está enmarcada por un arco de medio punto rehundido y se compone de dos cuerpos adintelados rematados por un sencillo vano. El inferior está flanqueado por columnas toscanas pareadas, elevadas sobre un plinto, mientras que en el superior varían tanto los capiteles, corintios, como los fustes, de tipo salomónico. En el interior de este segundo cuerpo se muestra un relieve que narra la historia de Cristo antes referida.

La otra fachada tiene una portada adintelada con columnas a los lados de la puerta y con un bajo relieve, entre columnas salomónicas de tipo churrigueresco representando a Santiago Matamoros, en recuerdo a la Orden Militar a la que pertenecía el santuario.