Iglesia de San Bartolomé de Tarazona de la Mancha

La iglesia de San Bartolomé de Tarazona de la Mancha fue realizada en parte durante el siglo XVI y en parte durante el siglo XVII. Por tanto en ella se dan los dos estilos pertenecientes a aquellas épocas: el renacentista, reflejado en su planta, y que la hace pertenecer al grupo de iglesias columnarias y de salón y el estilo barroco con la realización del abovedamiento, la torre, las capillas del Bautismo y de la Inmaculada y, probablemente, la sacristía.

El resultado obtenido es un armonioso conjunto que destaca por la unidad de los soportes, la limpieza de las bóvedas y la mesura general interna de todo el conjunto.

El templo se levanta prolongando la Plaza Mayor de la localidad manchega. Mide 35,50 mts. de longitud y una anchura de 17,75 mts. y todo el edificio está construido en mampostería.

La iglesia es de planta basilical, con tres naves con cinco tramos separadas por cuatro pares de esbeltas columnas exentas. Éstas últimas están formadas por gruesos tambores y se levantan sobre plintos cilíndricos con un pequeño escalonamiento que forma la basa. Esta basa está construida por dos toros y una escocia, de clara raigambre clásica. El fuste es liso y el capitel es jónico con cuerpo de volutas en forma de balaustre.

La capilla mayor es ochavada poligonal y está cubierta con bóveda semiesférica con pechinas y con casetones típicos renacentistas.

Los arcos que corren en dirección a las naves están formados por dovelas de cantería, mientras que los que lo hacen en sentido del tramo son de ladrillo enlucido, apeándose en los muros laterales sobre una pequeña moldura que recorre todo el interior del templo.

El edificio se cubre con bóvedas de aristas enlucidas en yeso, a excepción del crucero que lo hace con cúpula elíptica dividida en ocho segmentos decorados por molduras de tipo geométrico, que dan lugar a la formación también de casetones. Se corona por una linterna y se eleva sobre pechinas.

Sobre los muros laterales se abren diversas capillas, entre las que se encuentran: la capilla de Nuestra Señora del Rosario, la de la Inmaculada, la del Santo Cristo o la de San Antonio. Ésta última data del siglo XVIII y se sitúa en el lado del evangelio; posee cinco pequeños tramos y está cubierta por bóveda de cañón con lunetos y cúpula.

El sistema de iluminación interna se realiza por pequeñas ventanas y óculos abocinados.

Los accesos al templo se hacen por sendas portadas laterales; la principal, al sur, fechada en 1688 y de formas clásicas en arco de triunfo. La del lado norte es barroca y más sencilla.

La torre está situada a los pies, levantada en el eje de la nave central, y en cuya zona interior se levanta el coro alto. Es de planta cuadrada compuesta de tres cuerpos, rematada con un chapitel de pizarra.