
Carta Ejecutoria de la Reina Juana I de Castilla en el pleito seguido entre la Santa Hermandad Vieja de Ciudad Real y el Concejo de la Mesta por el “Derecho de Asadura”. Año 1505. Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real.
Conocida históricamente como Juana la Loca, era hija de los Reyes Católicos y madre del emperador Carlos I de España y V de Alemania.
Nació en Toledo el 6 de noviembre de 1479, desde muy pequeña tuvo una esmerada educación a cargo de Beatriz Galindo “La Latina”, que la convirtió en una mujer de gran nivel cultural en su época.
La política de alianzas matrimoniales desarrollada por sus padres llevó a concertar su matrimonio con el hijo del emperador alemán Maximiliano de Austria, Felipe, apodado “el Hermoso”. En el primer encuentro de la pareja ambos sintieron una atracción mutua, que los llevó a adelantar la boda, que se celebraría en 1496, y a consumar de inmediato su matrimonio.
A pesar de la intensa atracción, pronto las cosas empezarían a cambiar en la pareja, debido sobre todo al desprecio propiciado a Doña Juana tanto por las Cortes de Flandes como por su propio marido, que despediría a gran parte de las personas del séquito que la habían acompañado desde España. Este hecho junto con la actitud conquistadora y las infidelidades contantes de su esposo, que Doña Juan no estaba dispuesta a consentir, hace que pronto aparezcan los celos y enfrentamientos entre ambos. A pesar de todo, tuvieron seis hijos.
Las sucesivas muertes de su hermano Juan en 1497 y de su hermana Isabel en 1498, convertirían a Juana en heredera de los Reyes Católicos. Tras el fallecimiento de su madre en 1504 sería coronada Reina de Castilla. En la Concordia de Salamanca de 1505 se acordaría que Juana ejercería un gobierno conjunto con su marido Felipe y su padre el Rey Fernando de Aragón. Tras la muerte de su esposo en 1506, su padre la declaró incapacitada para reinar.
Con el cadáver de Felipe recorrió los páramos de Castilla camino de Granada, hasta que el cortejo fúnebre se detuvo en Tordesillas y la Reina fue conducida al palacio, donde permanecería recluida durante 46 años por su padre primero y por su hijo después.
El 12 de abril de 1555 muere Doña Juan en Tordesillas, una mujer culta e inteligente, que fue utilizada por reyes, nobles y vasallos en sus disputas.