Presa de Moracantá de Villaminaya
La presa de Moracantá pertenece al término municipal de Villaminaya, un municipio de la provincia de Toledo situado en la Meseta Sur española y se ubica sobre un barranco que recoge aguas de escorrentía al pie de la Sierra de la Oliva, una elevación de escasa altitud (838 mts.) perteneciente a las estribaciones norte de los Montes de Toledo, pero cuya cuenca vertiente es de bastante entidad.
Se trata de una pequeña presa de gravedad, de modestas dimensiones (aproximadamente, 44 mts. de longitud, 2 de espesor y casi 2 de altura), construida transversalmente al cauce del arroyo de Prado Redondo, a poco más de 80 mts. de su afluencia con el de Fuente Recén, mediante la yuxtaposición de dos muros de características diferentes (opus incertum y opus caementicium), construidos durante el Alto Imperio (siglos I y II d.C.) que podría haber tenido un doble uso: por un lado, la acumulación de una pequeña lámina de agua como aprovisionamiento para los meses más cálidos; y por otro, para regular el cauce de los arroyos en su confluencia.
De esta manera, además de una posible función tradicional como almacenaje de agua en relación con el regadío de campos situados aguas abajo del mismo, esta estructura serviría, también para la regulación de las aguas del arroyo.
Se trata pues de una obra sencilla, pero bien ejecutada, en la que destacan el empleo de abundante mortero de cal de alta calidad con una selección de materiales por tamaños: menores en la hoja de aguas abajo del dique, medianos en la hoja de aguas arriba y de gran tamaño en el acabado de la hoja de aguas arriba. Ello implica la necesidad, al menos, de un taller de albañilería que intervendría en la construcción de la obra. El material, recogido del terreno por los propios operarios, no necesitó de extracciones especializadas en cantera, puesto que los mampuestos no están trabajados, o lo están muy poco y sólo necesitan de una tarea selectiva de recogida y puesta en obra. El mortero, duro, bien amasado y con áridos finos supone la presencia de un calero que fabrique esta cal. Por último, conocemos el trabajo de un taller de carpintería auxiliar que realiza, al menos, los cajones del encofrado, cuyas huellas aún se observan en la cara de aguas abajo del dique.
Su planta recta y su sección casi cuadrada muestran una tecnología muy simple, con un diseño estructural poco evolucionado, aunque funcionalmente válido, como lo demuestra el hecho de que la presa no se ha roto, pese a hallarse su vaso completamente colmatado.
La construcción del muro-pantalla con dos hojas de características distintas, muy bien trabadas, una de las cuales sólo se extiende a lo largo de la parte más profunda de la vaguada, señala la intención de crear una estructura impermeable.
Presa de Moracantá de Villaminaya
Presa de Moracantá de Villaminaya