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Casa-Cueva “El Castillo” | Castillo de Alcalá del Júcar

Esta casa-cueva, situada a los pies de la fortaleza, es un ejemplo del hábitat tradicional. Estas construcciones, que existen en Alcalá del Júcar son en su mayoría artificiales, ya que han sido fruto del duro esfuerzo de mano de obra local, siempre aprovechando oquedades del terreno y se han desarrollado a lo largo de la historia. Prácticamente todo el casco antiguo está formado por casas-cueva, excavadas a pico y pala por sus habitantes, la caliza es una roca blanda y relativamente fácil de trabajar.

Casi todas las fachadas tienen la fachada principal de obra y conforme se adentra en la vivienda las habitaciones están excavadas en la roca. La temperatura dentro de las cuevas es constante durante todo el año, oscilando entre 16 a 18º C.

Antiguamente la mayoría de las casas cueva solo tenían una habitación, en la que se comía y dormía. Estas contaban con pocos utensilios: algunos pucheros, fuentes y orzas para guardar alimentos y agua que se subía del río. El fuego de la cocina era lo que servía para calentar la casa y darle algo de luz, que se completaba con candiles y velas. Compartían la vida personas y animales, al fondo de las cuevas se guardaba el ganado.