Sigue Velázquez un lenguaje ecléctico con abundantes referencias a la arquitectura medieval, en especial al mundo bizantino y románico. El conjunto de alza sobre un basamento de piedra gris con escalinata de acceso en un uno de sus frentes, mientras que para el resto se utilizó piedra blanca. El cuerpo principal está articulado mediante esbeltas columnitas neorrománicas, vanos de medio punto muy peraltados con arquivoltas, rosetones y líneas de impostas, rematándose con cornisa quebrada enriquecida con bandas lombardas. Preside el conjunto el volumen de la esbelta cúpula de sabor bizantino, cubierta con cerámica esmaltada y rematada por corona y cruz.