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Métodos de datación en el arte rupestre

Conocer la antigüedad de un objeto es fundamental para la arqueología, ya que permite entender su papel cultural y como se relaciona con otros restos contemporáneos. Las técnicas de datación absoluta, de las que la más conocida es el radiocarbono o carbono 14, se han desarrollado para aumentar la precisión de las fechas arqueológicas. Estas mismas técnicas se usan en la actualidad para datar pinturas y grabados rupestres, aunque las dificultades son notablemente mayores, debido a que no todos tienen características adecuadas para ello.

Las técnicas de datación absoluta pueden ser directas o indirectas. Las directas determinan la antigüedad del material; por ejemplo, el carbón de pinturas rupestres de color negro se puede datar por carbono 14 hasta un límite cercano al 50.000 a.C. Este método es el más fiable para cualquier componente orgánico de una pintura rupestre, pero con frecuencia no es utilizable ya que la mayor parte de las pinturas se realizaron con pigmentos minerales de color rojo como los óxidos de hierro, de color negro, como los óxidos de manganeso, o blanco, obtenido a partir de arcillas blancas.
Los métodos de datación indirecta tratan de delimitar la antigüedad de pinturas y grabados a partir de la de capas de sustancias datables que se conserven por encima o por debajo de los grafismos, de modo que se pueda ofrecer su antigüedad máxima o mínima. Estas sustancias suelen ser concreciones naturales de carbonato cálcico (calcita) o de oxalato cálcico. Las capas de calcita que se depositan sobre pinturas rupestres se pueden fechar mediante el método de datación de uranio-torio, que mide la relación entre varios isótopos de estos dos elementos para determinar el momento de formación de la concreción. Este método se ha usado para proponer que algunas pinturas rupestres paleolíticas son obra de neandertales, pero han sido vivamente cuestionadas por muchos investigadores.

Las costras de oxalato cálcico tienen origen orgánico y se fechan mediante radiocarbono. Este método se ha usado para fechar pinturas levantinas y esquemáticas en Castilla – La Mancha, concretamente en Cuenca, dando como resultado que algunas pinturas levantinas son anteriores al inicio del Neolítico, es decir, más antiguas de 7.600 años, y que algunas pinturas esquemáticas se realizaron a inicios de la Edad del Cobre, hace unos 5.000 años. 

 

Otros sistemas menos frecuentes, como la datación por OSL o IRSL tratan de medir el tiempo transcurrido desde la última exposición a la luz de un objeto. Este sistema se puede usar para medir la antigüedad de los grafismos pintados o grabados antes y después del derrumbe de rocas en un abrigo. Su utilización en Cuenca ha permitido fechar ciertas figuras esquemáticas en la Edad del Bronce. El progreso de estas y de otras técnicas permitirá incrementar en el futuro próximo nuestro conocimiento sobre estas fascinantes creaciones prehistóricas.

Juan Francisco Ruiz López, profesor de Prehistoria de la Universidad de Castilla-La Mancha.