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Ejecutoria de Hidalguía (1551) y Bula (ca. 1650). Legado Familiar de Pilar López Heredia. Documentos del mes de mayo de 2025 en el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara.

EJECUTORIA DE HIDALGUÍA (1551) Y BULA (ca. 1650)

“Legado familiar de Pilar López Heredia” 


Los Archivos Históricos Provinciales fueron creados al inicio de la Segunda República Española, en virtud de un Decreto de 12 de noviembre de 1931, con el fin de recoger la documentación existente y dispersa por diferentes organismos públicos provinciales y que se encontraba en riesgo de desaparecer.
El de Guadalajara fue uno de los primeros quince que iniciaron su andadura, de manera casi inmediata, en 1932. Posteriores disposiciones han determinado el ingreso de la documentación pública, por imperativo legal, en estos centros.

Así, periódicamente, previos calendarios y normas fijadas al respecto, se reciben las transferencias documentales de los distintos organismos periféricos de la Administración Central y Autonómica de la provincia de Guadalajara con más de quince y diez años de antigüedad, respectivamente. Este es el que denominamos procedimiento de ingreso ordinario en los archivos.
Además, otras entidades privadas, ya sean personas físicas o jurídicas, pueden depositar o donar sus fondos documentales a estos centros, mediante la preceptiva y oportuna instrumentación jurídica correspondiente. 

Ejemplos de esto último, en nuestro Archivo Histórico Provincial, son los fondos documentales donados por la Familia Agustín García e Hijos (importante comercio de la capital alcarreña), la documentación de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara que, además, incluye la magnífica colección de fotografía histórica de Francisco de Goñi y Soler (siglos XIX y XX), el interesantísimo Archivo de la Familia Montesoro, el de la  Asociación de Amas de Casa de Guadalajara “Concepción Arenal”, el legado de la gran labor cultural, desarrollado en materia de cine, por el Cine Club Alcarreño  o, por último y por no extendernos más, la colección de pergaminos medievales pertenecientes a la Cofradía de la Santísima Trinidad de la Caballada de Atienza. De estos fondos documentales, el de La Caballada y la Agrupación Fotográfica depositados mediante comodato.

Precisamente, en estos meses pasados, acabamos de recibir -como donación- dos importantes documentos, gracias a la generosidad de Pilar López Heredia y su familia, familia oriunda y que tiene sus orígenes en Cubillejo de la Sierra, localidad perteneciente al Señorío de Molina.

Se trata de los siguientes documentos: 

-Ejecutoria de Hidalguía, expedida por la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid, a favor de Martín Vázquez, hidalgo y vecino de Cubillejo de la Sierra (Guadalajara). Valladolid, 15 de marzo de 1551.

La ejecutoria de hidalguía es el documento judicial que contiene la información sobre el pleito y la sentencia en virtud de la cual se reconoce la condición de hidalgo a una persona. Ser hidalgo supone ser reconocido como noble y formar parte de la, popularmente denominada, baja nobleza. El reconocimiento de hidalguía aportaba, además de prestigio social, ventajas fiscales y beneficios económicos al quedar exentos del pago de determinados impuestos y tributos.

Generalmente, los pleitos de hidalguía se iniciaban a petición de un vecino que había sido incluido en el padrón de pecheros de la localidad en la que habitaba, lo cual le obligaba a pagar los tributos correspondientes. Si la sentencia era favorable, su beneficiario solicitaba la expedición de manera solemne, como reconocimiento y testimonio de sus derechos. En muchas ocasiones, el documento de reconocimiento era llevado a talleres de escritura ajenos a la Chancillería, para que se copiara con esmero caligráfico y riqueza ornamental en forma de cuaderno. Confeccionada en pergamino y ornamentada, la ejecutoria de hidalguía era llevada a la Real Chancillería y su contenido era cotejado con el ejemplar despachado por la escribanía. Una vez comprobada su fidelidad, se fechaban, firmaban y rubricaban ambos ejemplares y se le imponía el sello de plomo pendiente. En el caso que nos ocupa, el sello ha desaparecido aunque sí quedan restos del hilo de seda trenzado del que colgaba. 

Se trata de un ejemplar de gran riqueza ornamental y bellamente miniado cuyo tenor, realizado en letra gótica redondilla y con iniciales trazadas con tinta dorada sobre fondo carmesí, presenta el escudo de armas del noble en cuestión, Martín Vázquez, inscrito en una orla ricamente adornada con motivos animales y vegetales. 

Bula. Litterae gratiosae de Inocencio X dirigida a García Gil Manrique y Maldonado, obispo de Barcelona, autorizándole a hacer testamento sobre sus bienes personales. [Roma, ca.1650].

Esta bula, también en pergamino, aparecía doblada en cuatro pliegos a modo de carpeta envolviendo el cuadernillo que constituye la ejecutoria de hidalguía. Este plegado de la bula, provocó que para la familia donante pasase inadvertido este “segundo” documento  hasta que se pusieron en contacto con el Archivo. Una vez analizado por nosotros pudimos comprobar y confirmar de qué se trataba.

Es una bula papal que está amputada por los márgenes derecho e izquierdo y por la parte inferior, por lo que las fórmulas de validación y datación están desaparecidas.  La caligrafía –una cuidada gótica libraría- y la lengua –latín canónico- hacen de este documento un ejemplar también muy interesante, aunque su verdadero interés radica en el personaje histórico, de enorme relevancia, a quien va dirigida, García Gil Manrique y Maldonado.

García Gil Manrique Maldonado, también conocido como Garcigil, (El Pobo de Dueñas, Guadalajara, 1575-Madrid, 1651) fue un eclesiástico y político español que llegó a ser diputado de la Diputación del General de Cataluña, Virrey de Cataluña y obispo de Gerona y de Barcelona. Aunque seguramente nació en El Pobo de Dueñas, algunos dicen que nació en Molina de Aragón porque allí fue bautizado. Don Garcigil Manrique Maldonado falleció en Madrid en 1651 y fue trasladado, ya muerto, a enterrar a la iglesia de El Pobo de Dueñas, donde él había dispuesto que se colocara su cuerpo bajo un mausoleo en el que apareciera su imagen tallada en piedra revestida de sus atributos sacerdotales y episcopales. 

Los archivos, en este caso el Histórico Provincial de Guadalajara, deben ser los espacios donde se guarde y cuide todo este importante legado que forma parte, como decíamos, de la memoria social y colectiva y que constituye, en definitiva, nuestro riquísimo acervo cultural, más allá de lo “público”.

Para más información:
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
https://artsandculture.google.com/story/WQVBBMsyJ_ZtKw?hl=es 
Garcigil, el obispo, político y virrey molinés que marcó la historia de España | Alcarria TV 
García Gil de Manrique y Maldonado, bisbe de Girona (1632-1635) | enciclopedia.cat
Flores Varela, Carlos (2018). Los Archivos Históricos Provinciales y la construcción de la memoria colectiva. Tabula. Revista de archivos de Castilla y León, 21. pp. 235-250. ISSN 132-6506
https://eprints.ucm.es/id/eprint/63801/7/LosAHPYLaConstruccionDeLaMemoriaColectiva.pdf
Martínez García, Luis (2007). Los Archivos Históricos provinciales y la pavorosa revolución. Boletín de la ANABAD, núm. LVII-1, p. 329-351. Accesible en: http://www.anabad.org/images/boletines/2007.1.pdf. 

Riánsares Serrano Morales
Directora del Archivo Histórico Provincial de Guadalajara

Rafael de Lucas Vegas
Archivero AHP Guadalajara


 

Información práctica
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