PARQUES ARQUEOLÓGICOS DE CASTILLA-LA MANCHA
Los Parques Arqueológicos existentes en Castilla-La Mancha son unos espacios físicos dentro de los cuales, sin perjuicio de la concurrencia de otros valores culturales o naturales, confluyen necesariamente los siguientes factores:
- a) La presencia de uno o varios bienes de interés cultural declarados, con categoría de Zona Arqueológica, conforme a la legislación de Patrimonio Histórico vigente.
- b) Unas condiciones medioambientales adecuadas para la contemplación, disfrute y comprensión públicos de las mencionadas Zonas Arqueológicas.
PARQUE ARQUEOLÓGICO DE RECÓPOLIS
El Parque Arqueológico de Recópolis está formado por los yacimientos arqueológicos de la ciudad visigoda de Recópolis y la ciudad andalusí de Zorita con su alcazaba, (después convertida en Castillo). Dista una de otra escasamente 1,5 km., siguiendo la ribera del río Tajo, en su margen izquierda, a la altura del municipio de Zorita de los Canes en Guadalajara.
PARQUE ARQUEOLÓGICO DEL CERRO DE LAS CABEZAS
El Parque Arqueológico del Cerro de las Cabezas es un asentamiento fortificado, oppidum, de la Edad del Hierro, que representa uno de los mejores ejemplos de la cultura ibérica del actual territorio castellanomanchego, al tratarse de una de las pocas ciudades íberas que no han tenido ocupación posterior al siglo II a.C.
PARQUE ARQUEOLÓGICO DE LIBISOSA
El Parque Arqueológico de Libisosa fue un asentamiento humano con un horizonte cronocultural que arranca en la Edad del Bronce y que da pie a un importante oppidum ibérico, que sería embrión de una importante colonia romana denominada Libisosa, para más tarde alojar un complejo defensivo religioso-militar tras la Reconquista, hasta su posterior abandono. Se encuentra muy próximo al municipio de Lezuza (Albacete), a 1.005 mts. de altitud; lo circunda un meandro formado por el río Lezuza al este, oeste y norte, mientras que al sur limita con el Vallejo de la Ermita.
PARQUE ARQUEOLÓGICO DE SEGÓBRIGA
El Parque Arqueológico de Segóbriga está constituido en torno a la ciudad romana de Segóbriga, situado en el término municipal de Saelices, en el extremo Suroccidental de la provincia de Cuenca, a unos 4 kms. de este núcleo de población, en dirección Sur. Este enclave sería inicialmente un castro celtibérico que tras su conquista romana, a inicios del siglo II a. C. se convirtió en una ciudad romana y tras las Guerras de Sertorio hacia el 70 a. C., llegó a controlar un amplio territorio como capital de toda esta parte de la Meseta. El historiador y naturalista romano Plinio el Viejo la consideró “caput Celtiberiae” o inicio de la Celtiberia.
PARQUE ARQUEOLÓGICO DE CARRANQUE
El Parque Arqueológico de Carranque está constituido en torno a una villa romana que se encuentra a 5,3 km de distancia del municipio de Carranque (Toledo), en dirección noroeste, formando parte de su término municipal, lindando con la Comunidad de Madrid.
Conocido arqueológicamente como el yacimiento de Santa María de Abajo de Carranque, este enclave surgió en un momento altoimperial como centro de explotación de los recursos agrícolas del entorno y ya en época tardorromana se configuraba como un importante centro de poder de un territorio aún por definir y caracterizar.
PARQUE ARQUEOLÓGICO DE ALARCOS
El Parque Arqueológico de Alarcos está formado por un núcleo localizado en el yacimiento de Alarcos y su entorno y el yacimiento arqueológico visitable denominado Calatrava la Vieja.
Alarcos se trata de un “oppidum ibérico”, de adscripción cultural dilatada, que abarca desde la Edad del Bronce hasta el final de la Edad Media. El lugar se ubica a 8 kms. al Noroeste del casco urbano de Poblete (Ciudad Real), localidad más cercana, aunque pertenece al término municipal de Ciudad Real y está situado sobre el cerro que le da nombre.
PARQUE ARQUEOLÓGICO DEL TOLMO DE MINATEDA
El Parque Arqueológico del Tolmo de Minateda está configurado en torno al yacimiento del mismo nombre, tratándose de un asentamiento humano con una dilatada adscripción cultural que arranca en la Edad de Bronce y llega hasta el siglo XX. Está enclavado en término municipal de Hellín, en el Sureste de la provincia de Albacete, lindando con Cieza (Murcia), sobre un cerro amesetado (“muela”), de 500 metros de altura, con laderas abruptas que limitan el acceso a un camino natural, “El Reguerón”, que lo hace fácilmente defendible. Posee un desnivel respecto a su entorno más próximo (Rambla de Minateda) de 50 metros.