Iglesia de Santo Tomé de Toledo

La iglesia de Santo Tomé o de Santo Tomás Apóstol se encuentra ubicada en el centro histórico de la ciudad de Toledo y fue fundada después de la reconquista de esta ciudad por el rey Alfonso VI de León.​ Aparece citada en el siglo XII (año 1142), como construida sobre el solar de una antigua mezquita del siglo XI. A principios del siglo XIV, por encontrarse en estado ruinoso fue totalmente reedificada a cargo de Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz y se transformó el antiguo alminar de la mezquita en un campanario de estilo mudéjar, imitación reducida de la de la iglesia de San Roman.

El edificio consta de tres naves con crucero, cubiertas por bóvedas de cañón y ábside poligonal flanqueado por testeros rectos. La capilla mayor tiene mezcla de mudéjar y gótico flamígero realizada en el siglo XVI con una cúpula central en forma de estrella de ocho puntas con los nervios de ligazón rectos.

En el lado del evangelio, cerca del altar mayor, una puerta conduce a la entrada de la torre-campanario. Esta tiene la habitual planta cuadrada de las torres mudéjares toledanas, con machón central, en torno a la cual discurre la escalera. En el exterior aparece un cuerpo inferior de mampostería encintada, reducido a casi la mitad de la altura total, y a continuación dos cuerpos más de ladrillo, decorados con arquerías uno, bajo, que se abre por doble arco de herradura cobijado por otros lobulado, y encima el verdadero campanario con triple ventana en cada uno de los lados. Un friso de arquillos ciegos apoyados en columnillas vidriadas separan estos dos últimos cuerpos.

En la cabecera de la nave de la epístola se levanta la capilla de la Dolorosa, de planta cuadrada, y un pequeño patio, que quizás sirviera en su origen de zona de paso entre la iglesia y el vecino Palacio de Fuensalida. A mediados del siglo XVI se construirán otras capillas como la capilla de la Virgen de Monte-Sión, de planta irregular para adaptarse al espacio donde se sitúa, entre la torre y la estrecha travesía del Conde. Se cubre con dos tramos de bóveda de crucería con terceletes, en estrecha relación con la de la capilla mayor.

Otras capillas existentes son las fundadas por Pedro Vázquez de Toledo o la de Pedro de la Fuente, esta última situada a los pies del templo, llamada de la Concepción, que fue reformada entre 1586 y 1588 por el arquitecto Nicolás de Vergara el Mozo.

A comienzos del siglo XVII (1614) se acometieron una serie de trabajos que duraron hasta mediados de ese siglo y que le confirieron al templo su actual aspecto barroco, rozando las paredes, arcos y pilares para convertirlos en medio punto, blanqueando todo el interior o añadiendo una imposta por encima de los arcos de la cabecera y cañón de la nave central.

La última reforma de consideración, llevada a cabo por el arquitecto Juan de Herrera en 1665, fue el pórtico de la iglesia, realizado en ladrillo con sus tres arcos de medio punto, situado a los pies del templo, con entrada por la plaza del Conde.

Este pórtico, junto a la última crujía de la nave central, donde se ubica la capilla de la Concepción antes citada, fue habilitada en 1972 para la instalación del cuadro manierista del Greco denominado: "El Entierro del Conde de Orgaz", un óleo sobre lienzo de 4,80 x 3,60 mts.