Iglesia de San Francisco de Talavera de la Reina

La iglesia de San Francisco se encuentra situada en la calle Santa Lucía, en la confluencia con la calle de San Francisco. Formaba parte de un antiguo convento de franciscanos observantes, fundado por Fray Hernando de Talavera en 1494 con el nombre de San Francisco el Nuevo. Los franciscanos aprovecharon el viejo edificio de la iglesia abandonada de Santa Leocadia, rebautizándola, y del cual actualmente se conserva parte de una capilla cubierta con bóveda de crucería de época gótica.

El resto del templo data del siglo XVI y XVII; consta de tres naves, la central de mayor altura que las laterales, con cinco cuerpos unidos por arcos torales de medio punto, cubriendose con una bóveda de cañón con lunetos para dar luz al interior. La nave del evangelio está cubierta por una bóveda de arista, y la del evangelio por un techo plano, salvo su cabecera que lo está con la bóveda de crucería ya citada.

La parte alta del interior del templo está recorrida por una cornisa escalonada muy prominente; un arco de medio punto da paso al presbiterio, de ábside plano y cubierto por una cúpula sobre pechinas.

La decoración interior es neoclásica en líneas generales predominando las paredes lisas enyesadas y líneas rectas. Algunas de las capillas laterales poseen retablos e imágenes de distintas calidades. El retablo mayor, de diseño barroco, acoge varios lienzos de la vida de la Virgen, una Trinidad coronando el conjunto y la imagen de San Francisco presidiendo el mismo. También resalta por su valor artístico el Vía Crucis, realizado en cerámica talaverana, diseñado por Francisco Arroyo.

El exterior del templo está realizado con el aparejo toledano (mampuesto encintado con ladrillo), destacando la torre situada a los pies de la nave del evangelio. Ésta consta de dos cuerpos y presenta vanos de medio punto en el superior, en el que se aloja el campanario. Dicha torre aparece rematada por una prominente cornisa y un pináculo.

La portada, situada a los pies del templo, es de estilo herreriano, encontrándose flanqueada por dos pilastras cajeadas de granito, de orden dórico; la parte superior de la misma finaliza con un frontón triangular con pináculos con bolas a ambos lados.