Iglesia de San Bartolomé de Toledo
La iglesia de San Bartolomé es un edificio de alzado bajomedieval modificado en el siglo XIX para servir como convento de monjas. Ha preservado elementos de estilo mudéjar. Fue incorporada en 1877 como iglesia conventual al monasterio de Jerónimas de la Reina.
La parte más antigua de la iglesia es la torre que deriva de un alminar musulmán; su estructura interior es de planta con machón macizo central y uso de bovedillas escalonadas de ladrillos en saledizo y en el exterior utiliza el aparejo de mampostería encintada, en cajas muy estrechas, con la presencia de una ventana, con doble arco de herradura y alfiz. Podría fecharse en la primera mitad del siglo XIII.
La planta de la iglesia es de tres naves, con cabecera absidial con arquerías al exterior, donde el primer piso se compone de arcos de medio punto, el segundo de arcos califales con trasdós polilobulado y el tercero y superior de arcos califales con trasdós de arco de herradura. La planta de las naves es regular y de proporciones correctas.
Desde fines del siglo XV se inician las obras que van a modificar la primitiva estructura. En el tramo del presbiterio, aprovechando el grosor de los muros, se acomodan dos pequeñas capillas funerarias.
La iglesia siguió sufriendo transformaciones con el paso del tiempo, debidas, siempre, a su mal estado de conservación, siendo, quizás, la obra de mayor envergadura la realizada tras el desplome, en 1870, de la nave de la torre.
Iglesia de San Bartolomé de Toledo
Iglesia de San Bartolomé de Toledo