Castillo de Oropesa

El castillo de Oropesa es una construcción ubicada en el lado norte de la villa del mismo nombre, localidad enclavada en el extremo occidental de la provincia de Toledo. Lo forman dos edificios, conocidos como el castillo viejo o “patio musulmán”, datado de los siglos XII y XIII y el nuevo, datado en los siglos XIV y XV, ambos adosados, el uno junto al otro.

La historia de estas construcciones pertenece pues, a dos épocas sucesivas de la Edad Media, la musulmana (castillo viejo) y la cristiana (castillo nuevo), pero que han seguido caminos paralelos, vinculados al devenir de la familia de los Álvarez de Toledo y al Condado del Señorío de Oropesa.

Tras un breve repaso de los acontecimientos acaecidos alrededor de la fortaleza, sabemos que, a finales de la Edad Media el Condado de Oropesa apoyó las pretensiones de Juana la Beltraneja en su lucha por el trono de Castilla, frente a su tía Isabel la Católica, convirtiéndose el castillo en un foco de resistencia en el extremo occidental de la Meseta Sur.

En época Moderna, el Condado de Oropesa se alió con Juan de Padilla, oponiéndose a las tropas del rey Carlos V, en las Guerra de las Comunidades de Castilla, convirtiéndose el edificio de nuevo en un importante centro de resistencia contra el poder real.

En época Contemporánea, a principios del siglo XIX, una vez que se extinguió el mayorazgo del linaje de los Álvarez de Toledo, el señorío pasó a depender de la villa de Oropesa y posteriormente de los Duques de Frías. Poco después, tras la Guerra de la Independencia y suprimidos los privilegios señoriales por la Constitución de Cádiz de 1812, los Duques de Frías lo vendieron de nuevo al Ayuntamiento de Oropesa.

Finalmente, el Castillo de Oropesa fue adquirido por el Estado Español, declarado Monumento-Artístico en 1923, Monumento Nacional en 1926 y en 1966 convertido en Parador Nacional de Turismo.

El castillo viejo es de planta cuadrada con un patio central con muros de mampostería y tres torres circulares, una de ellas adosada al Palacio Condal.

Al castillo nuevo se accede por un patio abierto en el que se encuentra la magnífica Torre del Homenaje, levantada en el muro occidental, en el siglo XV por la familia Álvarez de Toledo. La Torre es de planta cuadrada, de 25 mts. de altura, con cinco plantas (planta baja, tres plantas de habitación y plataforma), con sillares, garitones en las esquinas, saeteras y un parapeto volado con ladroneras.

Frente a la Torre del Homenaje, en la cara exterior del muro oriental del castillo nuevo, se encuentra otra torre, cuadrangular con dos garitones en las esquinas y desmochada a la altura de la planta superior, protegiendo los portillos de este punto.

El conjunto del castillo nuevo se completa con una torre cuadrangular situada en el ángulo sureste, muy sólida, con mampostería regular en la parte inferior y sillarejo, que pudo servir de aljibe o mazmorra; la escalinata monumental que facilita el acceso al adarve, edificada en sillarejo con arcos rebajados, y las trojes donde se guardaba el grano y las caballerías, situadas en el Patio de Armas y con una función cultural actualmente.

Bajo el suelo de las caballerizas pueden verse los restos de una fundición de campanas del siglo XVIII y el recinto fortificado puede recorrerse por los adarves de los lienzos defensivos y contemplar desde él la vista del Campo Arañuelo.

Este espacio vuelve a revivir cada mes de abril, durante las Jornadas Medievales, con representaciones y diversos actos culturales.