FÁBRICA DE PAÑOS DE BRIHUEGA
La Real Fábrica de Paños de Brihuega fue levantada en diferentes etapas a lo largo de la segunda mitad del S. XVIII y fue concebida con total independencia de la ciudad; es una magnifica muestra de los planteamientos sobre arquitectura industrial desarrollados en la España Ilustrada.
Su creación estuvo motivada por el interés de la monarquía borbónica en impulsar la industria y el comercio y su creación se formalizó mediante una Real Cédula, expedida el 8 de marzo de 1750, durante el reinado de Fernando VI (1746-1759), indicándose en ella que el edificio fuese “amplio y capaz para la función que debía cumplir”. Posteriormente sufriría importantes modificaciones y ampliaciones durante el reinado de Carlos III (1759-1788).
La traza del edificio se debe al arquitecto Manuel de Villegas que lo concibe como una construcción a gran escala, pero sobria con una forma geométricamente cerrada. Se edifica dentro del recinto amurallado de la ciudad, en un lugar alto ocupado por la Ermita de Santa Lucía.
Las óptimas circunstancias de la época, la abundancia de materia prima y la arraigada tradición textil que existía, hicieron posible la construcción de esta fábrica, llegando a contar con 100 telares y varios batanes para el lavado de paños.
La actividad industrial del edificio, como productora de mantas para el ejército, finalizó definitivamente en 1936, coincidiendo con la Guerra Civil Española. Posteriormente, tras muchos años languideciendo, el 24 de noviembre de 2020 abriría de nuevo sus puertas, ya como edificio turístico, tras las obras de restauración
ESENCIALES DEL YACIMIENTO
FÁBRICA DE PAÑOS DE BRIHUEGA
FÁBRICA DE PAÑOS DE BRIHUEGA