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Documento del mes de enero de 2021. Croquis de la ermita de San Antón (Año 1770). Archivo Histórico Provincial de Albacete.

Documento del mes. Enero de 2021. Archivo Histórico Provincial de Albacete.

Año 1770, croquis de la ermita de San Antón, inserto en la licencia de obra que la encomienda de Albacete solicita al ayuntamiento para edificar un atrio en la ermita. La numeración explica todas las dependencias, resaltando la iglesia con el número 1, y el 5 que nos indica que en sus muros albergaba otra ermita, la de la Virgen de Loreto. AHPAB, signatura 172, expediente 10.

¡Hasta San Antón Pascuas son!

El conocido refrán popular recuerda la proximidad de ambas fiestas porque el día de San Antón o San Antonio Abad, celebrado el 17 de enero, abre el ciclo festivo del nuevo año. Su recuerdo rescata viejas tradiciones asociadas al santo patrón como la bendición de los animales o el fuego. La imagen del santo se reconoce fácilmente porque se representa como un anciano barbado, cubierto con un capote en cuyo hombro izquierdo resalta la letra Tau en color azul. El santo se apoya en un bastón del que suele colgar una campanilla; a sus pies, como perpetua compañía, aparece un cerdo. En ocasiones una llama de fuego completa la iconografía.

La tradición en Albacete: 

San Antón, como popularmente se conoce, siempre gozó de devoción en Albacete. Los antecedentes más remotos datan del año 1519, fecha en que comenzó la edificación de la ermita en la zona Norte de Albacete, entonces despoblada, junto al camino que enlazaba la ciudad con los pueblos del río Júcar. De esta ermita tomó su nombre la calle que aún existe y que se extiende desde el parque Lineal hasta la confluencia con la calle del Rosario. 

La ermita comenzó a funcionar el 26 de abril de 1539, según recoge un acta municipal, previa autorización de la Orden de San Antonio, que exigió al concejo de Albacete seguir entregando la limosna anual de seiscientos maravedís necesarios para atender a los muchos enfermos y pobres en su Casa y hospital de Murcia. La ermita y su hospicio en Albacete ocupó un gran solar, donde, en parte, hoy en día se levanta el colegio de San Antón.

Ya en el siglo XVI se acercaban las gentes con sus animales para lograr la protección del santo. La fiesta contaba con luminarias, cohetes y tenderetes con comestibles. En el año 1587 el ayuntamiento trató con la Orden de Murcia el reconocimiento de ciertos milagros obrados por el santo. Debido al fervor popular fue la ermita más grande y la mejor decorada de las que hubo en Albacete. Sin embargo, las noticias que tenemos de ella en el siglo XVIII citan que solo contaba con dos religiosos profesos, o, a lo sumo, con cuatro en el censo de Floridablanca del año 1787, el mismo año en que se extinguió la orden por Pío VI a petición de Carlos III. 

En 1792 el ayuntamiento solicitó permiso para instalar una casa de Misericordia. En el año 1805 se fundó el cementerio municipal en su explanada, allí permaneció hasta 1879. Durante las guerras carlistas la ermita tomó una nueva función como fuerte defensivo. En 1899 se convirtió en asilo de ancianos con la llegada de las Hermanitas de los Pobres que se trasladaron definitivamente a su ubicación actual, calle Doctor Beltrán Mateos, en 1925. Ese año fue derribada la antigua ermita. 

En la actualidad de San Antonio Abad o San Antón queda el nombre de una calle, un barrio, un colegio, una residencia de ancianos y la fiesta del 17 de enero que congrega todos los años a dueños y mascotas, sustitutos de los animales de labor o de consumo que no hace tanto tiempo recibían la bendición del santo en un ambiente religioso y festivo que, aunque con diferencias palpables, se mantiene.

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