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Ciudad Oretana | Urbanismo

El paso del Bronce Final-Hierro I a la II Edad del Hierro se caracteriza por la formación y desarrollo de la cultura ibérica oretana en Alarcos, que se produce sin solución de continuidad respecto a las etapas anteriores. Este periodo se caracteriza por la aparición de las primeras producciones a torno (cuencos y platos grises, platos de barniz rojo fenicio, y cerámica ibérica a torno), que en un primer momento conviven con las hechas a mano.

A finales del siglo V a.C. la cultura ibérica está plenamente formada, alcanzando a lo largo de los siglos IV-III a.C. un espectacular desarrollo. Hacia fines del siglo III, algunas partes de la ciudad se abandonan mientras el área del santuario continúa su actividad hasta fines del siglo I a.C.

En época ibérica Alarcos era, pues, un oppidum, que tenía un complejo sistema urbanístico. Se distinguen cuatro fases de ocupación, la más antigua de las cuales corresponde a una necrópolis.

A lo largo del tiempo la ciudad va evolucionando, pero las características constructivas se mantienen fijas: plantas rectangulares, muros con base de mampostería y alzado de adobe, pavimentos de tierra…

El momento mejor conservado corresponde a la última fase, en torno a los siglos IV-III a.C. fecha a partir de la cual se produce un progresivo abandono de esta parte de la ciudad.